martes, 21 de abril de 2009

Pretujones

Quizás el tema de las colas es algo repetido, pero verán:

En una cola para un cine, sacar un boleto o una entrada, ir al baño, bajar del tren, el ascensor, entrar a un boliche, lo que sea, la gente suele apretujarse. Violan en espacio personal con un tácito acuerdo de apretujar y apurar, o a veces con la única intención de mitigar los efectos del viento frío y cortante (tan típico en las colas). Y en esas situaciones, siempre ocurre algo como esto:
Gastón está inquieto. Da pasitos minúsculos, avanza menos que el largo de su dedo meñique del pie, pero avanza. De pronto alguien adelante requiere más espacio (una pelea con un patovica, un carrito de bebés atascado, esas cosas) y, como fichas tontas de dominó, se produce una onda expansiva que empuja los cuerpos humanos unos pocos centímetros para atrás. Ahí Gastón, perdiendo el poco terreno que había conseguido, despega la planta de su pie para no perder equilibrio. Y al hacerlo, sin saberlo, pisa al hombre que estaba atrás: tan sólo un poquito, pero lo suficiente como para percibirlo y arquear la rodilla, intentando no destrozar con su talón las uñas de la persona de atrás.
A veces dicha peripecia termina con un simple “disculpá, te pisé”, un “nono, no me hiciste nada, no te preocupes” y un par de sonrisas. Pero Gastón tiene la habilidad de, primero, arquear la pierna de más, y segundo (a causa de la primera), perder el equilibrio, caer al piso, aplastar a varias personas y generar una reacción en cadena de disculpá te pisé y nono no me hiciste nada varias veces más molesta que la situación inicial.

2 comentarios:

  1. Impecable el post, no se como como explicas en esos 20titantos renglones la situacion, pero es impecable ;-)

    Un abrazo sir!

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  2. el mensajero a pata por las moscas pregunta " Ey, sir, ¿Dónde queda la estación?" y asi devela su identidad

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A ver qué tenés para decir...