miércoles, 31 de diciembre de 2008

Un año

Un fin de año, al caminar de la desolada parada de colectivos hasta la casa-quinta de mis padres, me encontré con un linyera a mitad de camino, sin hacer nada, pidiendo.
Al fin de año siguiente me lo volví a encontrar, en la misma posición y todo.
-No le doy nada -le dije al pasar-, porque yo me desvivo trabajando para ganar mi dinero. Usted debería hacer lo mismo y dejarse de limosnear.
-Y Usted -me respondió, con tonito divertido-, debería venir a la casa de sus padres más de una vez al año, en vez de trabajar tanto.
Y mientras seguía mi camino, lleno de roja indignación, pensé que tal vez el que pierde sus padres siente tal desazón que hasta pierde el loco amor al dinero.
Bueno, en definitiva, cuando fui de visita al mes siguiente, el linyera seguía ahí, pero ahora sonriéndome satisfecho. Cada uno hace su trabajo lo mejor que le sale, pero algunos le sacan mayor provecho, como aquel linyera.

Érase una vez en la Europa antigua

Un poco antes de la época medieval, en la que las criaturas mágicas alcanzaron su auge y máximo esplendor, tanto entre el vulgo como entre la nobleza, existía una feliz pareja de caballos blancos. Eran albinos como una nube pura, felices como el sol de primavera, la pareja más envidiada de todo el bosque. Pero un día nefasto apareció un corcel negro, de patas delgadas y hermosas, cuello musculoso y crines solapadas sensualmente. La yegua blanca no se pudo resistir.
Y en ese preciso momento en que la virtud era cortada, mancillada y despedazada por la lujuria equina, el caballo sintió que algo pinchudo, largo y doloroso le brotaba del medio de la frente, como una púa de espino o un colmillo de narval. Y cuando comprendió a qué se debía, en medio de su desesperación, el caballo blanco lanzó un desgarrador alarido.
Ese fue el nacimiento del primer unicornio, el origen del término cornudo y el estreno de la palabra yegua como un insulto.

martes, 30 de diciembre de 2008

La rebelión del bosque

Tuvieron mucha paciencia, propia de su antiquísima raza, pero un día se cansaron de que construyeran muebles y prendieran fuego con sus cadáveres.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Fabo

Nació el grupo de los facebookers, pero no se consideraban una tribu urbana como las demás. Ellos eran una sociedad secreta e indescubrible que se servía del facebook para localizar a personas cuyas vidas iban contra la moral y la ética planteada por el primer manifiesto del grupo. Entonces, cuando descubrían a un infractor, se juntaban todos los miembros, se ponían capuchas azules que tenían el logo de facebook en la cara y, una noche, le daban una paliza. Pero la ilusión duró muy, muy poco.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Conclusión

Decidió que sí, que definitivamente era mala idea marearse estando del lado incorrecto del Alto Mirador del Sol. Lástima que ya se había mareado...

sábado, 27 de diciembre de 2008

Volare, oh-oh,caere, oh-oh oh-oh

Nadie le creyó a Daniel, en la chacra de su Tío Primo, cuando les contó que había encontrado unos caballos alados. Se reían de él y motivos tenían: Daniel había sido el pastorcito mentiroso todos los veranos, cada vez que iba a vacacionar allí. Pero ahora estaba indignado: no podía ser que no le creyeran esta vez, con todos los detalles que les daba, con la explicación que les había dado sobre cómo montarlos y sobre su comportamiento arisco. A pesar de que narró la historia ingeniosa de cómo descubrió que comían musgos húmedos y de cómo había engañado a un alazán para montarlo, en la chacra del Tío Primo nadie lo tomó enserio. Hasta que al final encontraron su cuerpecito en el descampado, aplastado contra las rocas con su propio peso, con unas plumas y pelitos de alazán en las manos.

Dejándola que corra

Alberto era alérgico a la primavera, pero sin embargo, en la esquina de dos avenidas, un misterioso vendedor de flores se le acercó, ocultando su rostro con un sombrero amplio, y le dio un ramo de flores diciendo: camina tres cuadras hacia la izquierda, dos hacia la derecha, toma la diagonal y a mitad de cuadra verás una casa de dos pisos. Toca el timbre del departamento D y encontrarás una mujer a la que le agradarán estas flores." Alberto, intrigado, hizo todo lo que le dijo, pero cuando estaba por tocar timbre, oyó una vocecita aflautada. Miró hacia abajo y descubrió que una de las rosas le hablaba. "¡Alberto, Alberto! ¡Es todo una trampa del místico, no le hagas caso, no toques el timbre o encontrarás el amor de tu vida y ya nada volverá a ser igual!" Dubitativo, Alberto demoró unos segundos en tocar el botón; pero finalmente lo hizo. Y sin embargo, antes de que el amor de su vida saliera a la puerta, se oyó un estruendo y un haz de luz amarilla, como un láser gigante, lo succionó. De repente despertó desnudo en lo que parecía ser una nave extraterrestre, y una gran cabeza blanca, como la que comandaba a los Power Ranges en un principio, le explicó qué él debía salvar al mundo evitando el secuestro del embajador chino en Estados Unidos y derrotando al calamar monstruo que hundía los barcos petroleros en Medio Oriente. Alberto, confundido, se dejó vestir y armamentar por extraños seres vestidos de negro, y con las flores en la mano, saltó al vacío y tiró la piola del paracaídas. Pero la piola se cortó, y se dio cuenta tarde que nunca le habían explicado dónde estaba la cuerda secundaria. "Adiós, florcita."

Feliz de la locura

Tenía pegado en la puerta de su habitación varios carteles que decían Riesgo, Peligro de muerte, NO CRUZAR, Tóxic, Zona insegura, Gas venenoso. Lo raro era que estaban del lado de adentro, no de afuera: Guillermo no los pegaba para que nadie entrara a su habitación, sino al revés, para recordarse que nunca debía salir de ella. El mundo exterior, a diferencia de su confortable entorno y la vida imaginaria que le ocupaba todos los días, a Guillermo lo llenaba de temor. Pocos controlaban la realidad ahí afuera, y desde ya él no era de esos. Él sólo tenía un microfonito por donde aconsejaba a algunos empresarios qué movimientos tomar y a algunos presidentes dónde armar guerras.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Compu navideña

Tengo mi computadora de nuevo, no hizo falta formatearla. Pero de la pobre memoria que tenía, la causante de los problemas era la de 256. Así que ahora tengo una memoria de 128 (no sé la unidad, aclaro), y todo es más lento. Muy lento, lo ùnico lenteja en este año que se hizo verano antes de olvidarme lo que había hecho al empezar las clases.
Y ahora de regalito una pregunta para reflexionar: ¿por qué, cuando alguien está alterado emocionalmente y se arroja a su cama, no lo puede hacer de manera convencional, entiéndase, de forma paralela a los laterales, sino que lo hace en diagonal o completamente arrevesado y perpendicular a ellos?

martes, 23 de diciembre de 2008

Blancura

Con la mente en blanco, no se le ocurre nada. Ni una imagen, una música, una letra. Nada, está más blanca que la pared pintada a nuevo de la casa. ¿Pero por qué la pintaron, se pregunta? Ah, cierto, para tapar las manchas de sangre. El vecino había preguntado por ellas y papá le había dicho que era por la paloma que había agarrado al perro. ¿Tan alto salpicó? Si, asombroso ¿no? Pero para no correr más riesgos decidió pintarla, porque la sangre aquella no se salía. Sangre negra, imborrable, de aquel ser. ¿Qué ser? Un ser que brotó del agua de la pileta, un ser blanco, totalmente blanco, silencioso, casi invisible. Demasiado blanco.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Desesperanza III

Hernán se sentía solo, terriblemente solo. Simplemente no tenía nadie con quien tener una charla profunda, nadie con quien pasar un rato largo, nadie con quien ver una película y nadie que le cuente cosas. De sus amigos imaginarios ya estaba cansado y el sicólogo lo había pateado. Entonces un día escribió una carta, puso de posdata que por favor la reenvíen al remitente, le puso de dirección un lugar muy lejano y la mandó al correo un domingo a la mañana. Dos semanas después le llegó su propia carta, sin siquiera haber sido abierta. Pero se divirtió como loco leyendo lo que había escrita en ella. Entonces repitió la experiencia: escribió tres cartas diferentes y las mandó bien lejos, y en el curso del mes siguiente le fueron llegando una a una, y fue como tener un amigo que le contaba cosas.
Un par de años Hernán se mantuvo a sí mismo como amigo por correspondencia. Era más que un amigo imaginario, era real. Y la pasaba tan bien que no podía imaginar una vida en la que no se mandara cartas. Pero sucedió de repente, un domingo a la mañana, que el cartero le dejó otra carta: no era una boleta de gas, de luz, de nada, no era una carta suya, definitivamente. Era la carta de alguien que había desoído su posdata y que le había contestado con sus propias palabras. Se llamaba Antonia y vivía en Guatemala.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Condición humana VIII

Vinieron promotores a su casa y le ofrecieron a gritos cambiar sus pies por ruedas. Él no aceptó, y al día siguiente cayeron de prepo cinco cirujanos que cambiaron su cerebro por una máquina. Desde entonces le dice que sí a cada promotor que se aparece por su casa.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Veintiocho

Una madrugada, vísperas del día de los Santos Inocentes, el intendente del Partido tuvo una inspiración humorística, y para el amanecer, un día caluroso de verano, todos los automovilistas se encontraron con que, de repente, las lomas de burro eran todas de plastilina. Fue un día memorable en el Partido y para el intendente, pues, aunque pensó al principio que también aquello era una broma, la manifestación arrasó con su casa sin dudarlo con garrotes de goma espuma.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Joda macho

Estoy medio cinéfilo porque sin compu propia miro más tele. Y por más que hace mucho que no veo Matrix (la uno, las otras son pochoclos), recordé la escena en la que Morfeo le ofrece a Mr. Anderson dos pastillas, una para poder salir de la matrix, otra para olvidar todo. Ya sé que esto fue muy analizado y trillado, pero hay algo que yo por lo menos no leí en ningún lado.
En mi poco insistente lucha contra la democracia, método ineficaz desde el principio como tantos otros métodos de gobierno, tuve que hacer un alto. Mi frasecita de que la libertad mata al ignorante quedó medio desvalida cuando recordé Matrix. Y mi alegoría de un hombre que le muestra a un niño hambriento dos cajas: una hermosa con una granada adentro y otra de cartón viejo llena de comida, también quedó pobre. No sólo ante la película, sino ante mis creencias religiosas.
Porque descubrí que en un principio la libertad realmente es algo innato del hombre. Por muy complicadas que sean las cosas, la libertad es innegable. Ahora (y acá está la clave del asunto), en Matrix el que toma la pastillita para olvidar todo, deja de servir. No cuenta, no se puede depender de él para que haga algo a favor o en contra. Es un ente que puede ser dominado por los agentes. El que elige no saber nada, no existe más en la toma de decisiones, digamos. El que elige "el camino del mal" no puede pedir que los que hicieron el esfuerzo por seguir el del bien, le tomen en cuenta todas sus decisiones. Es un: Joda macho, mientras sigas ahí, bancátela.


Bueno ahora veré si se me ocurre alguna otra historia divertida.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

La anciana más odiada del mundo

Hay gente que odia a Bush, hay quienes odian a Bin Laden. También los que aborrecen a Kristina, a Macri, a River, a los dueños de empresas deforestantes, a Videla, a los ponja caza ballenas, a Bob Esponja.
Y ya sé que Titanic (que se pronuncia taitanic, queridos) es una película conmovedora, aterradora, que hace llorar y emociona con su nudo y final. Pero por favor, si alguien hace una encuesta en todo el mundo, no se puede dudar que la viejita más odiada es esa maldita Rose. ¡¿Cómo va a tirar la joya al agua?! También sé que tiene su significado, su alegoría hermosa... Pero la tiró (es ficción, pero la tiró al agua).
Cuando la vi por primera vez sentí como si mil cuchillos helados se me clavaran en la piel. Y esa noche soñé con un tobogán de tierra arcilla gigante.

martes, 16 de diciembre de 2008

Es que...

Le causó tanta pero tanta gracia, que:
Jajajajajajajajajajajaja aaah... jajajajajajajajajaja, jajajajajajajajaja, oh God, oh God, I can-I can't breath! Jajajajajajajajajaja, uf! uf! Jajajajajajajajaja...


Sí, I know, no es tan gracioso...

lunes, 15 de diciembre de 2008

Oye, Chaparro, ¡vete al carajo!

Anecdóticamente, en la Isla Grande de Chiloé, en el sur de Chile, la palabra carajo denomina a una variedad de papas, tubérculo proveniente de esta zona y que ha tenido una amplia distribución en otras áreas geográficas del globo.

Los globos se comercializan por unidades o, más comúnmente en bolsas surtidas. En su modalidad inflada, son distribuidos a través vendedores callejeros que portan manojos de diferentes formas y colores.

El color blanco resulta de la superposición de todos los colores, mientras que el negro es la ausencia de color. La luz blanca puede ser descompuesta en todos los colores (espectro) por medio de un prisma. En la naturaleza esta descomposición da lugar al arco iris.

A pesar de que el arco iris muestra un espectro continuo de colores, comúnmente se suele aceptar como seis los colores que lo conforman, los cuales son el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, y violeta producto de la descomposición de frecuencias de la luz, y es formado por los 3 colores primarios y los 3 secundarios, aunque tradicionalmente se habla de 7 colores, incluyendo el añil entre el azul y el violeta.

Produce un suave aroma muy apreciado en perfumería, son famosas las violetas de la región de Toulouse en Francia y crece en las montañas de España. Se emplea como planta de ornato en jardines y tiestos. Se la reconoce como símbolo de la modestia debido a que sus pequeñas flores parecen esconderse tímidamente bajo sus hojas grandes y acorazonadas.

¿A esto se refería, capi?

domingo, 14 de diciembre de 2008

Mente de niño

Severiano se acercó corriendo a su mamá mientras planchaba. Le mostró el libro que estaba leyendo y, sin dejarle leer la página, le pidió que adivinara por cuál iba. 287 tiró, pero no adivinó. No ma, es el número más divertido entre el 200 y el 300. Ella pensó y dijo 222: si no eran los tres patitos cuál iba a ser. ¡No ma, le dijo muerto de risa, la 251! Y se fue riendo de inmediato sin darle tiempo a preguntar por qué era el 251 el más gracioso de todos…

sábado, 13 de diciembre de 2008

Liberalismo

Ella está totalmente convencida de lo que le enseñaron. Digamos, si se gastaron en enseñárselo, no debe estar mal. Jamás lo cuestionó, ni la más mínima cosita. Jamás prestó las ideas y las visiones a la realidad, jamás comparó, jamás pensó en esas cosas. Jamás se esforzó siquiera en prestarle atención lo que otros se enseñaron, porque claro, no escribían con tiza ni le hablaban a un curso de treinta personas y no se hacían llamar profesores o tichers. Carajo que ella no entiende.

Liberalismo: ideología principalmente filosófica, irracional, ilógica y de bases insostenibles, ideada para la manipulación de entes, no para una aplicación efectiva en las vidas humanas.

Sherlock

Descubrí que el tiempo sin computadora y más que nada sin internet, se aprovecha totalmente diferente. Se hacen más cosas por iniciativa propia, el enojo pasa más rápido y el aire tiene más olor a ciruela (o tal vez sean mis manos). ¡Ay computadora, sería tan feliz si no te necesitara para escribir!
Pero ahora, aplicando un razonamiento deductivo muy falible, puedo apreciar cómo es que las civilizaciones de antes construían tantas cosas tan grandes y difícilísimas de hacer en su época. Y además puedo predecir que dentro de cincuenta años, cuanto mucho, la fiaca humana gobernará el cosmos. Que Dios nos ampare o nos mate antes.

viernes, 12 de diciembre de 2008

PC

¿Qué es ese zumbido? ¿Tú también lo sientes? Ven, yo te explicaré. Primero (con cuidado) apoya tu orejita sobre este metal. Sí, está frío, pero pronto se calentará. Tú sólo mantén la orejita allí pegada... ¿Qué oyes? Esos ruiditos, ¿verdad? Bueno, verás: esos ruiditos hacen que la computadora funcione. Todas hacen igual: puedes ir a cualquier computadora del mundo y descubrirás que, si escuchas con atención, tienen ese ruidito tan particular... ¿Y sabes qué es...? Es un hada allí metida, chiquitita, meta y meta pedalear en una especie de bici fija para haditas. Y eso hace que la computadora de mamá esté encendida, ¿entendiste?

El monigote estafador

Eugenia llevaba esperando la llamada toda la bendita semana. Era viernes y si no era entonces, probablemente no fuera nunca. Rodrigo era el encargado de organizar la subasta clandestina de creatividades, Rodrigo tendría que haberla llamado si se hacía, ¡tendría que estar llamándola ahora! Y mientras dejaba el café a un lado y trataba de que sus manos dejaran de temblar para prender un cigarrillo más, su Nextel chilló de lo lindo y del sobresalto la taza terminó en el piso. Atendió apurada y las pocas palabras de Rodrigo le dieron un vuelco al alma: sí, los talentos de subastaban a las 12 en punto en el sótano del obelisco. Eugenia puso unas cositas en una cartera, se arregló los ojos como pudo y voló en su Palio blanco hasta el sótano.
Una vez que comenzó el remate de los talentos, colocados todos ellos dentro de pequeños vasitos de colores como químicos de un laboratorio, Eugenia jugó con todo lo que tenía al talento de aquel que había pertenecido a varios pintores muertos. “Es el mismo de Leonardo Da Vinchi, nadie lo sabe y está un poco desgastado, pero es el mismo, te lo puedo jurar”. Habiéndole hecho caso a Rodrigo, Eugenia perdió hasta su casa y su cartera, y se fue caminando hasta un café noctámbulo. Pidió un capuchino, se lo bebió de a sorbitos y luego se echó de una aquel talento. Gargareó y tragó todo.
Tomó una servilleta, un lápiz de su bolsillo. Si era como Leonardo podría reemplazar su casa perdida con una mansión en Miami y su pobre Nextel con un iPhone. Respirando, dibujó en la servilleta lo primero que le vino a la mente: ahora era un genio. Pero la miró y la rabia comenzó a brotarle en los ojos: ¡Rodrigo maldito estafadoooor!
Salió rauda del café sin haber pagado nada, dando un portazo y dejando sobre la mesa una servilleta con un triste monigote.



Acá tenés Euge, todo para vos jajaja.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Existencia

Hoy arreglé un problemita que tenía mi papá acá en su compu portátil, porque me dejó usarla para escribir, porque la mía está rota. El problemita este lo tuvo desde siempre, pero hoy lo solucioné, fue fácil. Antes nunca le presté atención.
Mi mamá vino y me dijo, en su dulce reproche, que ella vive trabajando por nosotros: y es cierto. Si viviera para ella, me dijo, le sobraría tanto el tiempo que se podría bordar un nuevo vestido de novia. No sé si para tanto, pero es verdad, vive para nosotros. Y no somos muy agradecidos en hechos que digamos...
Pero yo creo que a veces se excede: es demasiado buena y laburadora. Tendría que aflojarle un touch, vivir la vida. Y no pretender que todos seamos como ella. Si todos fueran como yo, pensé, el mundo sería perfecto. Pero entonces me di cuenta que si todos fueran como yo, obviamente yo no podría ser como soy, porque soy lo que soy gracias a que mi mamá hace mil cosas por mí.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Desperfecto técnico

Todo iba bien, "de maravillas", cuando, en una de esas, la computadora dejó de funcionar. ¿Quién sabe qué pasaría a continuación, eh?

Leones de segunda mano, recomendada.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Painbal

Un día de guerra, aunque seas muy macho y sólo sea pinturita, no es un día para andar escribiendo sandeces.
Qué día.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Placeres de verano

Mirar el ciruelo, cargado de granadas por reventar. Seleccionar con la mirada aquellas cuyo color a hematoma las delata como las más maduras y seductoras. Con el barrepileta en la mano, golpear una suavemente, en la base del cabito, hasta que caiga. Tratar de atajarla ágilmente en su recorrido al piso, consecuencia indefectible de la gravedad. Dejar el barrepileta a aun lado, acercarse a la pileta. Arrodillarse a su lado, sintiendo esa pequeña presión en las rodillas que da placer. Al menos el placer de librarse del dolor cuando, una vez que la fruta ha sido lavada en el agua con cloro, se puede disponer del sabor intrínseco de la ciruela.
-Mierda, tenía gusanito.



Agua con cloro, para Mauro.

El príncipe de Antropquía

Antropquía era un reino bastante común, ni muy muy ni tan tan. Poseía una cantidad normal de nobles, pajes, campesinos, caballos, guerreros, granjas, armas de asedio, curtiembres y todas esas cosas propias de los reinos. Tampoco faltaban guerras con reinos vecinos, pactos, alianzas y traiciones comunachas.
Ahora, lo que era extraño en Antropquía, era que el Rey tenía un príncipe. Y ese príncipe, a pesar de que el Rey murió y lo sucedieron otros reyes, reinas, cenicientas y senescales temporarios, jamás pudo llegar al trono. El príncipe estaba destinado a príncipe, pero él se cansó de eso y un día (nadie supo cuándo) se fue. Se fué, el príncipe de Antropquía.

El ómnibus

Un amigo que dejó el trabajo me recomendó lo del ómnibus. Ciertamente que al principio me pareció una idea loca, una ocurrencia de su cerebro en cortocircuito... Además me llamó la atención que lo llamara ómnibus, no colectivo, ni micro. Ómnibus me sonó, en el momento, una palabra de película doblada en México, poco fiel a mi realidad. Acá le llamamos micro o colectivo, bondi, bus, cuanto mucho. Pero ómnibus me sonó como pesado, algo denso, con letras que se trababan. “Ómnibus.” Fue raro, porque los que están afuera lo llaman ómnibus, y los que están adentro, simplemente le dicen el vehículo. Vehículo, otra palabra rara[...]

sábado, 6 de diciembre de 2008

Gente especial

Hay gente especial. Ella es muy especial para mí, él es especial, yo soy algo especial.
También hay gente espacial, pero nunca bajan a la tierra.

Good children of God

Miguel jugaba al rugby en uno de los más grandes clubes de Buenos Aires. Una noche salió a uno de los boliches más grandes de Buenos Aires, se armó una pelea en la que él no tenía mucho que ver y, medio borracho pero aún lúcido, decidió escapar antes de que nada malo le pasara. Salió corriendo por el estacionamiento, que era amplio y largo, y unos patobicas desbocados lo persiguieron por pura diversión. Miguel, no muy asustado pero sin ganas de pelearse, siguió corriendo, sin saber que por la calle que cruzaba venía un taxi a toda velocidad.
Al fin de semana siguiente, la primera, la segunda y hasta la tercera del club de rugby donde jugaba Miguel se juntaron en el último boliche donde él había estado. No tomaron nada, salvo aquellos que necesitaban aflojar los nervios. Y a la orden del entrenador, más de setenta rugbiers con cuerpos de dioses griegos papoteados y espíritus de animales en estampida, se trenzaron a las piñas y patadas limpias contra todo patobica que se les cruzó. Destrozaron el lugar, arrasaron la materia hasta que no fue más que polvo y se garantizaron que Miguel no se olvide, a excepción de aquellos que perdieron la memoria por politraumatismos cranianos.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Condición humana VII

Una mañana, en una calle cualquiera a una distancia más o menos uniforme de todos lados, apareció una bolsa de arpillera. Cuando el más madrugador del barrio se levantó y fue a trabajar, ya estaba allí. Era una bolsa marrón, no muy grande, llena por la mitad. La parte superior quedaba vacía y se movía con el viento. Un auto podía pasarle por arriba sin riesgos de dañarse, pero muchos igual optaban por pasarle por al lado. Era una bolsa, nadie sabía qué había adentro, pero tampoco se detenían a ver. Podía tener un cacho de cemento, podría haber sido dejada por un elfo y estar llena de oro, podía estar repleta de meteoritos de Marte, podía estar Dios mismo ahí adentro, tal vez los restos de una bruja del siglo once, podía haber basura de alguna construcción. Pero nadie lo supo, todos la esquivaron o le pasaron por arriba, tenían muchas cosas qué hacer y no se detuvieron a mirar.
Al día siguiente, cuando el más madrugador se levantó para ir a trabajar, la bolsa no estaba más.

La reunión

En una dimensión ignorada se juntaron un esclavo sacado de su tribu de África, un pirata tuerto, una chica raptada a los once años para prostituirla, una bruja que vendió su alma al diablo, Carlo Magno, uno de los Doce Apóstoles, un rey de Siria, un comerciante chino multimillonario, un ladrón de bancos, un terrorista, un gaucho que conoció a Don Segundo Sombra, un maquinista de la línea Sarmiento y un escritor poco conocido. Se diría que después de la larga conversación que tuvieron, el escritor tuvo que hacerse famoso, pero no sé. Nadie sabe lo que pasa en esa dimensión ignorada.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Un Segundo

"También el barro se pega en las patas del que quiere caminar."


Tristemente Fabio Cáceres (o Ricardo Güiraldes, no sé a quién atribuírselo) tenía razón.

La boluda

La adivina de la calle Saint Anaya predijo una lluvia de cometas espectacular, vio la llegada de Lord Voldemort con temor, supo de las Guerras Mundiales mucho antes de que existieran las armas que en ellas pelearon, dio la hora exacta en la que explotó la primera bomba de hidrógeno sin haber visto nunca un reloj, pronosticó que el dulce de leche llegaría a empalagar bocas en todo el mundo y que Maradona sería un salame, pero que la gambetearía como un semidios. Y también tuvo razón al decir, sin siqueira saber qué eran los rayos catódicos, que en el siglo veintiuno la televisión daría miedo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Condición humana VI

Un Genio salido de la nada le aseguró que si llevaba en la espalda un cubo de una tonelada de sal, no moriría durante el día. Y para la noche le serviría un terrón de una tonelada de azúcar. El hombre sonrió contento y tardó pocos segundos en conseguirse un bloque de cada cosa y ponerles correas para echárselos en la espalda. Como era de día, se montó encima el bloque de sal, pero pensó que pronto caería la noche y que para entonces el azúcar estaría lejos. Sin pensarlo dos veces hizo lo obvio y con cuidado colocó la tonelada dulce sobre la salada, y estas dos sobre su espalda. Satisfecho, sonrió y levantó el pie para dar el primer paso. Pero el peso lo venció y lo aplastó contra el piso, no lo mató, porque no moriría con esos cubos, pero tampoco lo dejó salir. Aún hoy se debate contra las dos toneladas, tratando de zafarse de ellas para poder vivir.

martes, 2 de diciembre de 2008

In poténtia

Leía el diario en el banco de la plaza. Entre sacos, corbatas y sombreros, pasó un vestido añil tirado por el viento. Su nuca contenida en un rodete lucía un collar de perlas, pequeñas lunas, y un tatuaje con forma de pasión. El vagabundo de enfrente, mientras lamía su zapato, dijo:
-No mire si no le va a ver la cara, muchacho, se lo dice quien sufre por ello. Toda mujer de espaldas que llama la atención, es una caja de Pandora.
Sin sonreír, vuelta vista al diario, el vestido añil se alejó, también Pandora, también el amor.

Locurita

El amor va acompañado de locura (muchos lo saben):
cuanto más trabaja el corazón,
menos coordina el cerebro.