lunes, 20 de abril de 2009

Brevedad

¿Dónde había quedado su capacidad de sintaxis?, se preguntó mientras ponía al pié de la página un 667. Antes solía escribir poemas de cuatro versos, pensó, y cuentitos de medio párrafo. Ahora estaba en la última página del último tomo de una saga de diez libros. Ahora que terminé, se dijo, volveré a escribir toda la saga entera, que me llevó veinticinco años de mi vida, pero en diez renglones.
Ciertamente lo logró, y con maestra sintaxis: diez renglones de puro néctar, sobre los cuales se podían dar cátedras de horas y horas en cien idiomas. Pero apenas puso el punto final se dio cuenta que sobre su espina vertebral pesaban cincuenta años más. Se habían pasado volando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...