jueves, 29 de enero de 2009

Epifanía

¿Estás aún en casa o te fuiste a Roma? Juro que creo que te vi en una película italiana. La vi en un avión, no pude leer tu nombre, los subtítulos no andan en los créditos. Hombre, es una lástima. Es una lástima ahora... (tú y yo.) Nadie a quien insultar salvo... (a tí.)

Bowling For Soup.

miércoles, 28 de enero de 2009

De modestia, ego y otros pegados

¿Por qué es que los que escribimos y no por simple catarsis, amamos lo que escribimos? Tal vez no a todos, pero a mí me molesta cada vez que alguien quiere introducir un cambio. Es distinto que me digan: mirá, esta parte está medio sobrecargada, esa frase es muy larga, a que digan: poné esto acá y en vez de chicle poné goma de mascar, y está perfecto. Eso me saca. Quizá (con suerte, de casualidad) hasta tienen razón, pero admitirlo, comprender que lo que pensó otro sobre el tema que yo imaginé y di forma, es mejor... Por eso creo que hubiera sido útil para mí comenzar a escribir yendo a un taller o alguna de esas paparruchadas que nunca me llamaron la atención: para que alguien que sabe me enseñe modestia. Sé que mis textos dejan mucho que desear. Pero, principalmente, a mí me dejan mucho que desear. Si te deja deseando a vos, bancantelá.
En fin, me alegra pensar que de una vez por todas me decidí a ir a un taller. Ahora me queda elegir cuál.

La misión de la tortuga

Tomarás la caja y un trompo. Pondrás el trompo sobre una mesa y lo harás girar con fuerza una vez. En la dirección que caiga señalando, caminarás once días en línea recta. Llevarás el trompo contigo. Luego caminarás tres días en ángulo recto hacia la izquierda. Un día hacia atrás. Tres noches siguiendo a Marte. Medio día dando círculos a tu antojo y luego caminarás en línea recta hacia el Sur hasta toparte con el mar. Construirás una embarcación y navegarás en línea recta desde el ángulo de la orilla a la que llegaste, hasta que nuevamente toques tierra. Allí quemarás la embarcación entera, caminarás lo que te aguante el tiempo sin que bebas una gota de agua y, donde llegues, cavarás un pozo de dos metros y enterrarás la caja y el trompo. Recién entonces podrás regresar, por otros medios.


Idea para el inicio (primeras palabras) de un futuro relato el cual me falta pensar.

martes, 27 de enero de 2009

Qué tristeza (What a sadnesssss)

Simplemente tenía ganas de expresar mi tristeza.
Total acá nadie se entera.
Y de paso podría descargarme y poner en letras el profundo dilema amoroso que me aqueja en estos momentos, pero me da fiaca.

Condición humana XI

Estaba tan arriba de la palmera, disfrutando del viento que lo mecía, la leche de coco y el sol que lo encandilaba y bronceaba su piel, que ni se percató de que allá abajo los monitos le serruchaban el tronco.




Che quisiera que todos los que están al pedo y leen esto me dejen un mensajito mantecoso acá abajo, si no es mucho pedir. Estoy medio aburrido y de verdad me gustaría saber cuántos son (/es /¿es alguno?). Si critican algo es bienvenido, pero no se zarpen. Suerte para ustedes.

domingo, 25 de enero de 2009

Qué sabrá uno

Escribe todas las noches, entre las diez y media, que termina de cenar, hasta aproximadamente las tres o las cuatro de la madrugada, depende la inspiración. Es capaz de escribir once páginas en una noche, y como mínimo escribe dos. No sabe por qué pero es la noche el sillón más cómodo para escribir: durante el día hace cosas, ve tele, va a la facultad, lee algo, pero a la noche... que nadie le toque la noche porque se pudre todo. Y como duerme hasta tan tarde siempre se levanta después del mediodía, a menudo es su madre la que lo despierta con el almuerzo ya servido. Pero como no es de esos a los que les agrada saltearse comidas, siempre tiene que desayunar. Por eso siempre, después de escribir y antes de meterse en la cama, él se prepara una leche, le pone pajita y la mete en una heladerita llena de helafríos, junto con alguna galletita. Así, cuando se despierta con hambre a eso de las diez, sin abrir mucho los ojos estira un brazo, come algo y vacía el vaso de leche. En una época se preparaba licuados de banana para desayunar, pero descubrió que el frío prolongado ponía raras las bananas y después le caía mal. Pero cómo escribe a la noche: es una máquina. Para un escritor amateur como a mí, sus cifras me son imposibles, me saturo, me empacho antes de poder escribir diez páginas en un par de horas. Él vive pensando en escribir, haga lo que esté haciendo, él piensa en las palabras que va a tipear esa noche, o la siguiente, vaya uno a saber.

viernes, 23 de enero de 2009

Centro de recreación alienígena

Sí, de todo lo que le molestaba, esa planta era la peor. No porque nunca diera flores ni tuviera ningún aroma especial, sino porque esa planta había sido la elegida para reemplazar a su esposa mientras ella estaba de cuarentena en el centro de recreación alienígena. ¿Qué podía hacer una planta por su esposa? Era más insoportable que ella, no cocinaba: llamaba siempre al delivery, no lavaba ni barría: lo ponía a él a hacer esas cosas, no dormía en la cama y en invierno hacía mucho frío porque ni siquiera se dignaba a prender el hogar.
Aaah... si tan sólo pudiera podarla, ponerle veneno, dejarle las raíces al aire o cualquiera de esas maldades... Pero no: vendrían los alienígenas y se lo llevarían a él también al centro de recreación. Qué la playa ni qué la playa: él sabía perfectamente que ese claustro de recreación alienígena no estaba en la playa.
Cuando volvió su esposa de la cuarentena y los alienígenas se llevaron la planta, ella comenzó a decir ¡ay que esto! ¡ay que esto otro! Pero él se cansó, agarró la escopeta y le fundió el pecho con municiones. Ahí sí, vinieron los alienígenas y se lo llevaron a la playa.

jueves, 22 de enero de 2009

Condición humana X

El capitán del barco siempre fue malo, trató mal a todos del más grande al más chico: a algunos con excesos de penurias, carencias y muertes, y a los otros con excesos de placer, de lujos y preocupaciones. Siempre fue malo, pero comenzó a ser peor una vez que murió y de él sólo quedó un fantasma atosigador.

miércoles, 21 de enero de 2009

Elije tu propia locura

En una parada de colectivos en Valeria hay un grafiti de marcador negro (resaltando contra las burradas y guasadas escritas con licuid) que dice en mayúsculas: Lucio hijo de puta te voy a matar.
Por el pulso con que fue trazado se puede decir que es de origen femenino, pero por la caligrafía, no.
Yo ya extraje varias posibles historias las cuales van de un simple desengaño amoroso hasta batallas interestelares y tesoros ocultos, pistas para universos paralelos y viajes en extraños colectivos nocturnos a Pinamar. Pero ahora pueden pensar ustedes de dónde proviene este llano, directo y poético mensaje para Lucio.

martes, 20 de enero de 2009

Polenta

Ella no tenía muchas luces y su hijito tenía un pajarito. Se llamaba Polenta, era azul y silbaba lindo. Una mañana ella volvió de llevar a su hijo al colegio y vio que Polenta estaba muerto en el fondo de la jaulita, y sintiendo horrores por tener que explicarle a su hijo que la muerte forma parte de la vida, que hay que tratar de enfrentarla y que en definitiva Polenta era sólo un pajarito, ella agarró al ave en una servilleta y durante cinco horas recorrió veterinarias y pets shops buscando alguno parecido.
Cuando el nene volvió ella estaba en la cocina. La servilleta y Polenta estaban en una bolsa de basura bien cerrada. Ella esperó en silencio alguna reacción del nene... Y al rato oyó un grito desde la cochera.
-¡Mamá, ¿qué le pasó a Polenta?!
-¿Q-qué querés decir?
-¡Está raro, diferente...! ¿Vos le hiciste algo?
-¿Yo? ¿Qué sería capaz de hacerle a un pajarito?
-Pero si hoy a la mañana estaba re muerto, ¡vos hiciste algo y revivió! ¡Y yo que quería comprarme uno nuevo! Pero gracias igual, ma.

lunes, 19 de enero de 2009

Después de Valeria

Tenía tantas pero tantas ganas de mear (orinar) que volvió. Y acá está. Y está tratando de pensar algo para poner. Y no se le ocurre. Pero ya verá.
-Vergüenza debería darte postear esto.

jueves, 8 de enero de 2009

El Libro de Actas

Le quitaron a su padre, le robaron la joya de su madre, por su culpa murió su novia autista, vio caer una luna, traicionó a todo el que lo conocía y se arrepintió a tiempo, vio morir a dos de sus mejores amigos, vio morir al asesino de su padre y asesinó al asesino de sus amigos; su esposa perdió un hijo por su culpa y quedó letalmente enferma. Tuvo una hija, presenció la muerte de su esposa poco después, asesinó a su peor enemigo y se entregó a sus servidores para liberar al mundo que conocía de la opresión, para que su hija pudiera vivir en paz. Pasó la mitad de su vida en cautiverio, quiso escapar y regresar, murió en el intento y su alma se convirtió en árbol y mariposa. Se enredó en el cabello de su hija y siguió rumbo a lo desconocido.

miércoles, 7 de enero de 2009

De vinos papá entiende

Un hueste de enanos asesinos invadió Francia y plantaron higueras, a las cuales regaron con la sangre de los cristianos caídos. Al llegar a la madurez, cargadas de frutos, las higueras fueron taladas desde la base y sus copas y raíces fueron quemadas. Al año entrante, con la tierra abonada de esta manera, los enanos asesinos plantaron parras y más parras, y así surgió el Cabaret Suavesón, con su color profundo que dilata las pupilas, su aroma intenso que recuerda a primavera y su sabor tan fuerte y sofisticado que sabe a cristiano muerto convertido en higo.

martes, 6 de enero de 2009

Come undone: cuando la boludez casual se convierte en lo que me gusta

"A bordo se encontró a Aetamira. Estaba en la cubierta, maquillándose y pintándose las uñas mientras hacía tiempo a que terminaran el trabajo. Él se paró frente a ella y ella lo ignoró hasta que decidió saludarla. No supo de dónde venía esa actitud, pero decidió servirse de ella para ser rápido.
-Hola.
-Hola Actas.
-¿De quién es el barco?
-De las Mariposas de Surisadai, así que Bamfortúa es quien manda sobre él.
-¿Tiene gato?
-¿Gato? No.
-¿Cómo se teletransporta?
-Fuerza de voluntad.
Entonces se produjo la primera pausa. Aetamira no había alzado los ojos de sus uñas.
-¿No vas a decirme?
-Lo sabrás si te quedas en Surisadai.
-Entonces no.
Sin decir adiós estuvo en pocos segundos frente a la cabaña roja mucho antes que sus tres amigos. Golpeó con los nudillos para alertar a Fabau y pasó sin esperar respuesta.
Ya estaba preparado para ser recibido por el vaho caluroso que quedaba siempre encerrado, similar al de los altos hornos de Maura, pero esta vez no sucedió porque en su larga ausencia, Heosba había mantenido apagado el hogar."

Cimbaderos II

lunes, 5 de enero de 2009

Delivery

Sus nietos decían que ella tenía un imancito con el número directo a Dios y que todas las mañanas lo llamaba para pedirle un despacho de milagros a delivey. Lo cual parecía verdad: desde hacía cinco años, por lo menos, todo le salía bien: cambió la casa, que le recordaba a su difunto esposo, le creció la jubilación, iba todas las semanas a la peluquería y hasta daba abundantemente a la caridad. Estaba pensando administrar su propia librería y los problemas de vista, en vez de empeorar, iban desapareciendo, permitiéndole leer todas las noches antes de dormir.
Y una vez que murió, feliz, con el amor de la familia y por demás adinerada, todos bromeaban en su casa, después del funeral, recordándola alegremente con lo del delívery. Entonces uno de los nietos, el que siempre hacía los chistes, fue corriendo hasta la heladera gritando ¡ahora el número es mío, es mi herencia! Y cuando llegó ante el blanco electrodoméstico, quedó boquiabierto: estaban todos los imancitos, de todos colores: pizzas, empanadas, desagotes, perforaciones, peluquería, panadería, remís, de lo que se te ocurriera. Pero había una manchita cuadrada, blanca, una manchita donde el tiempo no había sedimentado sus depósitos de suciedad amarillenta.
Si el número de Dios se lo llevó en la mortaja o si simplemente desapareció (o si había sido el imán de la podóloga que se había perdido la semana anterior a morir), nadie lo supo jamás.

domingo, 4 de enero de 2009

La primera reacción de Arnoldo

Su primera reacción fue asustarse y taparse la nuca con las dos manos mientras se hacía lo más chiquito que podía. Cuando vio que no pasaba nada, se atrevió a mirar al cielo. Ni un avión, ni una nube, nada. Entonces se acercó a eso que había caído y lo miró preocupado: una pesa, bien de gimnasio, negra y con algo como diez kilos de cada lado. Con precaución se fijó si quemaba, pero parecía estar a temperatura normal. La agarró y corroboró su suposición. Se la llevó a su casa así, en la mano, pues la valija se le desfondaría; en el viaje hizo un par de cambios de mano porque se le agarrotaba todo el brazo, pero no tuvo problemas. Esa misma noche empezó a hacer ejercicio y al mes era conocido como Arnoldo.

sábado, 3 de enero de 2009

Nunca pasó

-Con que vos sos la famosa Ligia eh, mirá vos.
-Así es…
-Yo escuchaba todo el tiempo Ligia esto Ligia lo otro, pero no tenía idea de quién podías ser. Pero finalmente Rafa conoció a Ligia… Y le encantó.

-Emm… Perdoname, pero sea lo que sea que estés intentando, cortala ahora. No es un buen momento este.
-Ah… ¿Es por mi apariencia de retrasado mental?

-Jaja, no…
-Entonces es porque soy un retrasado mental.
-Jajaja, no, tampoco… Es que sólo no es un buen momento.
-Mmm… ¿Y va a haber un buen momento alguna vez?
-…Tal vez…
-Bueno, acordate todo esto para ese momento, porque no pienso repetir tantas boludeces para conseguir un beso.
-Jajajajaja. Lo voy a tener presente…

-¿Ahora?

Camino a la fama*

Primero: elegir un rubro artístico en el que se desee destacarse.
Segundo: reunir los elementos necesarios para que eso suceda (ej: banda de música, circo, pintores exóticos).
Tercero: practicar hasta hacerse moderadamente aceptable en calidad.
Cuarto: ir a Uruguay.
Quinto: haces manifestaciones y actos públicos en Montevideo y algunas otras ciudades importantes del interior, hasta llegar a la televisión (plazo máximo para que suceda: tes meses).
Sexto: comenzar a hacer giras en Argentina, sin olvidarse de Uruguay.
Séptimo: gloria garantizada.

*(Método Rafael Núñez Rubino para la fama en cuatro años.)

viernes, 2 de enero de 2009

Condición humana IX

Trató de construir una gran mesa redonda, como la de los caballeros del Rey Arturo, en donde pudieran entrar todos los humanos. Finalmente, cuando la terminó, resultó que era tan grande que la curvatura de la tierra hacía imposible el sentarse a ella. Entonces mandó construir millones y millones de sillas de patas altísimas, y cuando todos estuvieron en sus sitios, alrededor de la gran mesa redonda, sólo podían charlar con los de sus costados, pues los de enfrente estaban tan lejos que hacía falta tomarse un avión para ir hasta allí. Así fue que fracasó todo.

jueves, 1 de enero de 2009

Segundo

Creo que acá tampoco...

-¿Y? ¿Volvió?
-No, no. Yo te dije: los años nunca vuelven.

Primero

Este es el primer post del año.
Y no tengo nada interesante para decir.
Salvo que no sé por qué es tan cómoda la palabra post.