domingo, 26 de abril de 2009

Condición humana Twenty

Se acercaba a puro galope al otro caballo. Tenía algo de miedo al acercarse: pasarse al caballo aquel podía ser peligroso, podía caer en el medio y quebrarse la cadera para no levantarse más. Siempre corría ese riesgo cuando se cambiaba de caballo, sin embargo era imposible evitarlo. Sintió el vértigo acrecentarse con cada metro y centímetro que se aproximaba... Pero fue un flash: en un segundo estaba montado en el otro caballo y el anterior había quedado atrás, olvidado. Tan embalado estaba en la carrera que apenas se dio cuenta del cambio un segundo después.
Sin embargo nunca faltaban esos momentos de extraña debilidad: quitando los ojos de la meta, torcía el cuello y veía los caballos rezagados y abandonados. Todavía se podía ver en ellos, recordaba sus sillas, sus comodidades, sus arneses diferentes al de ahora... La carrera seguía, y ya tenía comenzaba a notar que la nueva montura comenzaba a cansarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...