lunes, 30 de septiembre de 2013

Canta blanco

Y la luna canta pero no la escucho,
está tan lejos y alta que se pierde todo.
Es sólo murmullo de nostalgia y pena
con mucho testraño y arrullo pesado.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Wasurenaide

Persona y aparato,
todo roto y funcionando.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Vida cocodrilo

Desde que descubrí tu reportaje
y exploré tu blog personal;
desde que autografiaste esas dedicatorias,
desde que te etiqueté junto a mí en mi foto de perfil.
Desde que te leo y te sigo
cambió tanto dentro mío:
se derritió ese cinismo insoportable
y el pesimismo eterno.
Ahora brillo, positivo,
aunque no me guste lo que tenga
ni sea bueno el futuro,
ni crea que nada mejore,
ni que los esfuerzos sean recompensados.
Brillo y sonrío porque sé que lo bueno
es el fin en sí mismo y que la vida
es como un cocodrilo.

jueves, 26 de septiembre de 2013

No siempre vivo

No todos los días
puedo decir que encuentro vida.
Porque la alegría va migrando,
como nosotros, mientras tanto.

martes, 24 de septiembre de 2013

Dat frenz

Hacé lo que hacés, hacelo bien, que te sale bien, te sale muy bien. Con energías, hacelo hasta que no quede nada sin hacer, y seguí igual, siempre más.
Cuando quieras descansar, cuando quieras abandonar de verdad, cuando el mundo haya cambiado, yo voy a estar ahí, sin que necesites llamar, para hacerte compañía, descansar, dormir la vida, comer acostados en el pasto, planificar qué hacer de ahora en más.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Sin tu máscara ritual

Hay algo que ríe en tu cara y no es tu sonrisa.
Algo que brilla y me lo comería.

Qweras

Todos esos "te amo" unilaterales, esos "te amo" sin respuesta, esos "te amo" con infinitos puntos suspensivos. Todos mienten, todos se ilusionan, todos presuponen. ¿Por qué es tan fácil el amor que va y no vuelve, y tan problemático el de ida y vuelta?
Nunca me vas a escuchar decirte "te amo". No sin tu consentimiento de poner el universo a prueba.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Amanecer tiene otro nombre

Amanecer tiene un nuevo significado para mí. Amanecer es ahora despertar buscándole sentido a las arrugas de tu remera de dormir contra la cama, como si fueran montañas y quebradas, dibujos de un mapa, cartas en blanco predestinadas. O significa despertar y encontrarte mirándome, sonriente, y sé que estás tratando de adivinar con qué soñaba. Con vos, te contestaría siempre, y sin ser cierto no contaría como mentira. O amanecer ahora significa, en fin de semana, despertar y escucharte cantar en la cocina. Preparás mi desayuno como me gusta (lo preparás mejor que nadie) y, cada vez, uno distinto para vos, para darme a probar un poquito. Sabés que me estanco fácil en lo que me gusta, y sin obligarme a cambiar eso me ofrecés siempre, no sólo en el desayuno, mil experiencias nuevas. Inventadas por vos. Sos tan buena compañía como cocinero, tan buen amante como compañero, tan alma gemela que siempre te quiero.

Como el sol atraviesa

Me encanta cómo el sol atraviesa
el verde más tierno de las hojas.
Los pinos están en sombra,
como mi sueño se olvida.
Ya una mariposa mañanera
revolotea sobre el retoño azahar.
Ya la luz horizontal
penetra en mi memoria:
no era sueño el que soñaba,
eran recuerdos que no me diste.

martes, 17 de septiembre de 2013

Vos ahí y yo allá

Vos estabas ahí y yo no.
Vos seguías ahí cuando yo llegué.
Permaneciste todavía mientras yo miraba alrededor.
No te quejaste cuando tropecé con vos.
Te pedí disculpas, me disculpaste.
Te invité a salir, y aceptaste.
Tomamos un helado y te dio frío.
Te mostré un bote, no subiste.
Te dije chau, lo mismo dijiste.
Y mientras me iba vi
que estabas en el mismo lugar donde te conocí.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Barrilete atado

Dejamos de correr porque la fatiga nos rindió por completo, los dos a la vez. Caí de rodillas y él se mantuvo de pie, sostenido contra un árbol muerto. ¿Qué había pasado, qué fue lo que nos impulsó a correr? Cuando intenté recordar, con el corazón y la sangre todavía ensordeciéndome el pensamiento, volví a estremecerme de terror.
Pero lo cierto es que no recordaba nada. Sólo detalles, como esos gestos y objetos diminutos de un sueño que son lo único que permanece al despertar. La grava desparramada en el patio, el vidrio roto, el relámpago, el barrilete que, atado al limonero recién trasplantado, giraba y giraba como poseído.
Entendí todo un instante después que él. Entendí, en realidad, porque él empezó a reír, y enseguida lo seguí.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Cosas que me definen

Este miedo a la soledad infinita, y la resolución de preferir la soledad a la compañía incompleta.
Esta inocencia salvaje e infantil que defiendo a ultranza, que es mi eslogan, mi medalla.
Esta determinación a creer en lo que dudo, más allá de si estoy equivocado, porque nadie ostenta una respuesta.
Esta entrega a medias al ayudar, porque si diera más lo daría todo sin guardarme nada, y no puedo.
Este querer irme, este viaje sin emprender, esta aventura que me anima.
Este ir superándome y enfrentándome paso a paso, miedo a miedo.
Este hacer de todo combustible para seguir, para avanzar, para mover, para mover.
Este escribir sin saber, este encontrar poesía casual, este decir te quiero sin final.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Patria

Es un país donde millones de personas se sientan en las puertas de sus casas a pensar en nada, a hacer nada, a mirar nada, a aprender nada. Un país donde hay gente que lo da todo esperando cambiar todo, y es feliz cuando sabe que pudo cambiar una diminuta fracción del todo. Un país donde hay gente que no da ni un peso por otra gente, pero que de pronto, un día, conoce otra carne de esa gente que le era indiferente, y no sólo les da un peso, les da sus sueldos enteros, les da su sangre, su sudor, comparten sus lágrimas. Es un país que se mata a sí mismo, se cura sin enterarse y sangra mares sin importarle. Un país que pinta sus paredes con crueldad y mentira, y que esconde sus mejores retratos. Un país que todos entienden pero nadie termina de poder explicar. Un país que es persona.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Cosita

El barco enamorado del océano
más navega cuando hay tormenta.
Si se hunde, va hasta el fondo,
¡llena al mar de besos!
Sube lento, reflota,
y sigue lejos.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Para atraparlas todas

Qué cosita chiquitita cayó del cielo.
¿Qué será para algo tan inmenso tan poquita cosita?
¿Será que ya sabía lo que caía?
¿Será que dio ya mil de estas cositas y ya no le queda nada?
 Pobre cielo que llovía. Nunca se vacía, siempre da algo más.

martes, 10 de septiembre de 2013

Komorebi

-Qué golosina más grande -comentó entre chupada y chupada-. ¿Cómo los harán?
Había una brisa africana que doraba las varas más largas del pasto y hacía bailar las manchas de luz bajo el duraznero.
-Deben hacerlas en una fábrica gigante -inventó, estirando los brazos hacia arriba, con languidez y pereza-, con máquinas gigantes que hacen así y así -y amasaba el azúcar imaginaria, yo apenas mantenía los párpados horizontales-. Después las pasan por una cinta laaaarga -Como hasta el bosquecito la imaginé de larga, hasta allá a lo lejos, al pie de la colina- y con cuchillos pesados van trozando. Chac, chac.
Me dormí al son del chac chac de su caramelo de azúcar grande. El canto triste y de fuerzas eternas de una tribu perdida en el mar evitó que mis sentidos se cerraran durante el sueño, y tuve una siesta de absoluta integración entre luz y mal, sombra y viento.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Y no se ve

Siempre sobran las palabras, nunca alcanzan los minutos. Hay cositas en la cara que se escapan a las cámaras de seguridad. Si salgo del mundo y vuelvo a entrar, si corto un segundo a la mitad.
Falta luz, más luz, mucha luz. Veo de noche con la luna y veo con las estrellas pero al sol recto veo más y quiero más luz. Vamos a bailar, vamos sin zapatillas y con las medias colgando de las manos.
Suenan instrumentos pero no son notas lo que tocan, es puro sonido y libertad. Hay tantos senderos que me pierdo y me da igual. Sabemos que en el tiempo que nadie sabe vamos a llegar.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Vida que corres

Hay muchas cosas feas que tengo que hacer igual.
Hay un millón de cosas lindas que quiero hacer, pero no dependen de mí, dependen de alguien más.
Hoy amanecí con mil gotas de lluvias colgadas de las ramas y las rejas y las nubes, brillando al sol.
Tengo esa sensación de que la vida se largó a correr, cuando todavía no estaba por empezar.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Cartas bajo la cama

Era la última hora de la noche del último día de la semana. Cerré la puerta de entrada con la tranca de metal, apagué las luces y el hogar, conecté la alarma. Prendí el velador de mi mesita de luz y me metí bajo la cama, busqué al fondo la caja de cartón donde guardé tus cartas. Levanté la tapa y percibí un olorcito a semanas olvidadas, a las risas de tu caligrafía, a tus dibujitos al margen, a pasto en la ropa. Un viento llegó hasta mi cara, ahí bajo la cama, con la casa cerrada. Movió mi pelo como se movían las ramas del árbol donde colgamos nuestra ropa mojada, jugó con mis lágrimas como yo jugaba sobre tus pecas. Con cada papel que arrugaba se sentía la tormenta más cerca. Al fin de la madrugada fue un diluvio, un huracán, un maremoto, tus cartas, dirigidas a alguien más, en mi cajita de cartón.

Oti cati cati cati catá

En todo lo que hago hay un hueco.
En todo lo que veo hay una distancia.
En todo lo que escucho hay una pausa.
En todo lo que toco hay una lastimadura.
En todo lo que escribo algo tuyo falta.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Fisonomías delatoras

Hay fisonomías que delatan. Y lo hacen a distintos niveles. Así como un policía puede detectar a un delincuente y un profesor saber cuáles son los alumnos que se copian, yo puedo diferenciar de un vistazo a aquellos que aman de aquellos que perdieron toda fe, a los que sueñan de los que sólo ven lo que ven.
Hoy reconocí a un hombre en el tren. El cráneo estaba endurecido por varias décadas de trabajo duro: debía trabajar en construcción, o logística, o de operario en alguna fábrica. Sin embargo los ojos, de color lavado pero nítidos, de pestañas delicadas como un plumero elegante, mostraban de lejos que su espíritu nunca había perdido ni un gramo de sensibilidad. Por la forma que miraba el cielo a través de la ventanilla y la cadencia de su mano derecha sobre la rodilla, supe que ese hombre amaba. Por cómo dejaba salir el aire de su boca, así como quien recién se levanta un día de escarcha), supe que amaba a una mujer desde hacía muchos años. Y por las grietas en la carne de las mejillas (rasuradas diariamente, llenas de cráteres y poros y agua mal lavada) supe que ese amor era desigual. Que ese hombre amaba a una mujer desde hacía mil lustros, y que esa mujer había elegido mal, había ignorado lo que le hacía bien, se había alejado sin pensarlo bien, y ahora sufría sin dejar que aquel hombre curara su dolor.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Tarareabas, yo cantaba

-El cielo despejado, ¿es húmedo -te pregunté, señalándolo- o es seco?
-Nanana, nanana -tarareaste.
-Dos animalitos que se cortejan en la época de apareamiento, ¿están nerviosos?
-Nanaaa, naaanana -fue tu respuesta.
-¿El universo tiene límites? -cuestioné, cerrando los párpados-. ¿O es como una cueva eterna, como las venas de un  mamífero?
-Oooh, ooouh. Na, na, nana, na, na.
-Dentro del campo cuántico de los posibles -continué, rozándote el hombro-, ¿podría yo agrandar tanto mi mano hasta ser capaz de atrapar al sol como a una luciérnaga?
-Parapa, pa, parapa, pa -no dejaste de tararear.
-Y dentro de las mismas posibilidades, ¿podría yo abrazarte tan pero tan fuerte que quisieras que no te suelte jamás?
-Nana, nana, nana, yeeaah... -Por un momento casi parecía que me contestabas. Suspiré.
-¿Sabías que te amo?
-Na, naná, nana, na, naná, nana, na, naná, nana naaa....

martes, 3 de septiembre de 2013

Random nightmare

Después de quince días de caminar como una persona perdida, llegué a un río de agua blanca que bajaba por la pendiente más suave de la montaña. El aire olía a cítrico y a aguja de pino, los pájaros y los insectos picaban a todo pulmón, alborozados por el calor del mediodía. Dejé que la corriente se llevara mi mochila y mi ropa y la suciedad que se había incorporado a mi piel. Desnudo fui río arriba, por la pendiente más suave de la montaña, hasta que la montaña se hizo pared, la tarde cayó a mis espaldas, los pajaritos e insectos se volvieron lobos y osos, el agua blanca no me dejó beber.

lunes, 2 de septiembre de 2013

TQ

Te quiero. No soy el único ni el primero, pero te quiero con algo más sólido que una emoción, algo más templado que el egoísmo del y quiero que me quieras. Te quiero y te necesito, pero no necesito que me quieras. Sólo quiero que necesites de mí y que el recuerdo de mi te quiero sea lo más grande que te di.

Barrio abandonado

Es uno como tantos otros barrios viejos de Capital. Tiene sus calles anchas y sus calles muy angostas, sus edificios no muy altos, de paredes dejadas, descoloridas, ajadas, rotas, sucias; sus autos antiguos estacionados uno al lado del otro, muchos con las ruedas desinfladas; sus muchos gatos mixtos observando desde todos lados, sus árboles pelados, sus plantitas en macetas deterioradas, sus banquitos en las veredas donde siempre hay algún anciano mirando afuera, sus persianas cerradas.
Era un barrio normal, de esos que poco a poco se van pareciendo a un cementerio. Pero aquella tarde que caminé por allá, el viento trajo algo raro: cajas vacías, rodando por las calles, de todos tamaños, envoltorios plásticos, cartones corrugados, bolsas arrugadas, cintas de embalaje despegadas, bolitas de telgopor. Inundaron todo, pasaron sin cesar durante media hora y poco a poco mermaron, pasaron de largo, murieron. No hubo nadie que me lo pudiera explicar.