sábado, 20 de junio de 2009

El Invenenable

¿Que al emperador de Roma no le hace efecto ningún veneno? ¿Son salames todos ustedes? No, al senador McCorps no le importó que hubieran intentado envenenarlo quince veces, usando desde serpientes de la India y África, hasta cicuta y cigarrillos ponzoñosos de la lejana América. Él fue en su carruaje preferido y le vació un cargador entero de su 9 milímetros. ¿Tan estereotipados eran los corruptos de aquella época que si no era por veneno no mataban ni a una rata? Chupate ese venenito, le dijo al cadáver del emperador de Roma mientras pisaba el acelerador.


Tengo tres pelotas. Son de pool. Una es la blanca, la otra es la 1 amarilla, la otra la 3 roja. Son geniales. Ayer una casi me rompe el pie haciendo malabares.

1 comentario:

  1. Jajajjaja, me gusto ese microrelato! Sali de la gripe, estimado rafa. Ahora estoy convencido de que el aire de la vereda de la mañana es mucho mejor que la nebulosa de mi cuarto encerrado durante 4 días...voy a chupar el frío de la noche a ver si resulta igual de agradable ;D

    Exitos!

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A ver qué tenés para decir...