jueves, 7 de mayo de 2009

Una monedita

No era raro, pensé, ese tipo de discusiones sobre política en la calle. Dos hombres se peleaban a los gritos, nombrando a Menem, Alfonsín, Kirchner, Obama y Perón, rompiendo la veloz paz de Capital. Al lado de ellos pasó, despacito y encorvado, un mendigo, como si no los oyera. Pero al llegar hasta mí, me confió una mirada reveladora.
-Yo no soy sabio ninteligente -dijo como si me hablara al oído, a pesar de que estaba a medio metro-, pero sé quesos do' no son má' que inorantes... Una alcancía hasta el tope ni hace ruido, pero unalcancía con poca' moneda'... ya ve usté el bochinche que arma.
Y se fue. Yo, en ese mismo momento, sentí que por la ranura en lo alto de mi cabeza entraba una moneda y caía junto a las demás. Me sonreí, dejé de prestarle atención a los Che Guevaras, Bushes y Sarmientos que gritoneaban en la vereda, y miré cómo el mendigo se alejaba, con la manito extendida, pidiendo una moneda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...