sábado, 9 de mayo de 2009

Otra rubia tarada

Mañana (a decir verdad, hoy) va a ser algo así: voy a despertar, más temprano que de costumbre, y voy a intentar dormir; no voy a poder porque voy a estar continua y despabiladamente pensando en eso, entonces me voy a levantar, voy a desayunar poco porque el estómago va a estar bastante cerrado, y voy a tratar de que la mañana se pase lo más ocupada posible; voy a rastrillar las hojas seguramente, quizá limpiaré la pileta; voy a estar todo el tiempo pendiente del msn, del fabo y de un mail que no va a llegar; alrededor de la una y media no aguantaré más y llamaré, pero me van a decir que está durmiendo. Entonces me van a llamar a comer, voy a estar ansioso, queriendo irme todo el tiempo a la compu prendida; pero voy a ir a la compu y no va a haber novedades, ninguna; voy a llamar otra vez, me van a decir que se fue, que no está, que sigue durmiendo, que llame después; o tal vez sí esté y me explique por qué no se va a poder hacer eso, que perdoname; voy a decir que está todo bien cuando esté todo mal, voy a ir a lavar los platos, o a secarlos, para ese entonces va a ser todo parte de la misma mierda, voy a amargarme mucho, pensando cosas como "si ya sabías que eso era imposible, si sabías de antemano que eso no se iba a dar, ¿qué te quejás, por qué te ponés de vuelta tan mal?", y voy a pasar una tarde sumamente aburrida, depresiva, agresiva y sin inspiración, escuchando música que no mejora ni el ánimo de un drogado.
Así que ya saben: no esperen nada bueno para mañana.


Alguien que dé calor, le pido por favor. Lo que mata es la humedad. Volar: el sueño de los hombres y los pájaros enfermos. Va a ser una larga espera hasta que llegue la primavera, y aunque de frío voy tiritando yo me sigo calentando.
Sí, perdón.

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