viernes, 1 de mayo de 2009

Hay aire bajo mis pies

(Treinta y seis)
Qué cosa la depresión.
Se torna aburrida y carcelera.
Es una arena movediza:
arena porque no tiene vida,
movediza no tanto, porque te muevas o no, de quietita te va tragando.
No te permite encontrar palabras, personas, comidas,
lugares, números, bebidas,
salidas, ideas, tardes,
parques, herramientas, alegrías.
Un pañuelo la contiene, una cama la mantiene despierta;
el televisor le da razones de seguir creciendo;
los libros, cuando existen, la meten para adentro.
No hay quien la soporte, entre vivos o muertos.

Qué cosa la poesía, que detesta la depresión
y se alimenta de su saliva.
Los poetas tristes son, sin ser muertos ni vivos,
quienes la soportan, la sostienen, la apacientan y revientan.

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