martes, 12 de mayo de 2009

Corazón paranoico afila un lápiz

Corazón paranoico, ¿por qué le sacás punta al lápiz? ¿Querés que vuelva a ser como antes, cuando tenía la punta perfecta? ¿Pero no te das cuenta, corazón paranoico, que por más que le des vueltas y lo dejes parecido, no va a ser el mismo lápiz? Es imposible: después de que tuviera el estado ideal lo seguiste usando y gastando su grafito. Puede que vuelva a estar similar, que escriba similar, pero va a tener otro largo, otro balance, otras vetas en la madera, otra química y otra temperatura. Decime, ¿te parece que puede llegar a estar igual, corazón paranoico? ¿No ves lo que pasó?: la hoja tiene un dibujo ahora (y dejame decirte que es hermoso), tus dedos están manchados de negro, la goma está sucia de borrar las imperfecciones... Para que vuelva a ser el mismo lápiz, todo eso tiene que desaparecer, y es imposible, corazón paranoico... ¿Entonces por qué intentás? ¿Qué es lo que querés lograr, corazón?

1 comentario:

  1. Definitivamente estoy de acuerdo con el Anónimo, "Dar" se lleva el mantecoso de oro del mes de mayo para mí también.
    Creo que es uno de los relatos que más me gustó de todo el blog, y eso significa que tiene que ser bueno, sí sí, :)
    Y eso gracias a tu don "pequeñito": tu INMENSA imaginación.
    Un abrazo Rafa.

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