jueves, 28 de mayo de 2009

Dame poesía

Podría decir que no,
podría decir que sí,
pero esta poesía,
que no es más que palabras unidas por mí,
no diría más (ni diría no,
ni diría sí), ni diría menos
que el triste canto del zorzal,
encarcelado por su dueño,
obligado a cantar entre barrotes
con una escopeta apuntando
en su zorzal naranja pecho.


La inspiración nocturna fracasa otra vez. Las huestes del Gran Khan invaden cada trozo de almohada. Los charcos de baba son su trampa mortal: tal vez caigan en ellos, dando paso al avance romano que, con espadas cortas en la mano, me viene a liberar en su nueva esclavitud de hermano conquistado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...