miércoles, 27 de mayo de 2009

Un panfleto extraño

Cuando volvía del trabajo recién con el colectivo, al pasar por las esquinas de Los Portones, vi a tres tipos debajo de un farol. El que tenía el panfleto en la mano era un hombre pelado pero con sus pocos pelos largos y al viento, con sobretodo marrón, pantalón manchado y mocasines viejos. El que pasaba pegamento con un rodete en el poste, para pegar el panfleto, era un pibe con pinta de chorrito cumbiero, gorrita levantada, collares, remera de Vélez, pantalones deportivos y zapatillas blancas. A un metro de distancia, como dando órdenes innecesarias, había un tipo de oficina bien prolijo, con corbata, camisa salmón, pantalones de vestir y zapatos negros; un par de veces miró la hora en su muñeca, como ansioso.
Pero para cuando terminó la escena, el colectivo había avanzado media cuadra y yo no podía, pegado a la ventanilla atascada, más que atisbar las siluetas nocturnas. Por Dios que muero de ansias para pasar mañana de día y tratar de leer el panfleto publicado por tan curiosos extraños.

1 comentario:

A ver qué tenés para decir...