Una manta nos cubre a todos pero a uno los abriga y a otros no tanto, a unos los lastima y a otros les hace cosquillas. Pero no creo que los otros, los desgraciados (ni los multimillones) estén ahí sólo para demostrarnos que esas mismas cosas podrían pasarnos a nosotros: estamos todos abajo de la misma manta.
Hoy termina el invierno (sinónimo, antónimo y rima de infierno) y sin embargo no lo siento: para mí importa el equinoccio (¿u oqui?), lo demás es puro cuento.
Necesito mi distracción, perdí las anteriores. Tiene forma de chupete y es multicolor, fíjense si la encuentran en ustedes mismos o a su alrededor.
El mejor invento sería el timbre para la inspiración: si yo tuviera uno sería genial.
domingo, 20 de septiembre de 2009
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si el timbre para la inspiración se inventara, todos podrían adquirir su inspiración a la vuelta de la esquina y como sería algo común, ya la inspiración no inspiraría y sería algo ordinario entre nosotros que nos terminaría aburriendo y diríamos - ah! me inspiré!... que aburrido... y ya no estaríamos más inspirados.
ResponderEliminaraunque si la inspiración fuera algo dificil de conseguir sólo la tendrían unos pocos y seguiría cumpliendo su función natural... Pero si así fuera, ya no tendría sentido inventarla porque sería lo mismo que es ahora.
capichi? ja