Porque la nada no es nada más que ella misma, y el todo abarca todo salvo a la nada egoísta, vino a verme la todayidad: la totalidad que incluye a la nadanadesa: la nada (o -huh-) que excluye su propia naturaleza.
No quiero ser viejo, a menos que compruebe, en sus vecindades, que vuelvo a ser niño a causa de las senilidades.
sábado, 26 de septiembre de 2009
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