martes, 8 de septiembre de 2009

Héroes, de la guitarra

Felipe creyó esa vez que su sueño se le iba a hacer verdad: vio la multitud coreando sus canciones, ¡sus canciones! ¡Las sabían de memoria, les gustaban! Sin esperar más, se sacó la guitarra (no vio quién la recibió) y corrió hasta el borde del escenario. Con una sonrisa infantil se arrojó al aire y esperó que cientos de manos fanáticas lo sostuvieran. Sus fans estiraron sus brazos, pero ninguno llegó a tocarlo... Esa fue la forma en que Felipe descubrió que podía volar, y el día en que se hizo famoso, pero no por estrella de rock.


Yo me conformo con influir en la historia musical de las personas. Saber que toda la familia de fulana escucha ahora Kevin Johansen y van a sus recitales, ver en el subnik de otra persona canciones de Bowling for Soup, que me digan ¡uuh qué ganas de que venga Jack Johnson/Vodka Juniors/Noah and the Whale a la argentina! Esas cosas me dan la satisfacción que tocar en una banda nunca me va a dar.

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