viernes, 25 de septiembre de 2009

Norita intenta leer el periódico

Victorino de la Plaza, luego de ponerle fin diplomático a la división étnica que dividía a la Argentina entre bavianos y mulanos, con un decreto del 13 de Diciembre de 1914 cerró las causas de conflicto más graves: el atentado contra la embajada de Palestina entre ellos. Una semana más tarde, Norita oyó a peatones que hablaban sobre el tema. Ella los vio leyendo cosas de un montón de papeles que ellos llamaban “diario” o “periódico”, y tuvo ganas de tener uno de esos para poder saber bien qué estaba haciendo el gobierno con los bavianos y mulanos, pero no podía pagar uno porque no tenía dinero.
Sin embargo al día siguiente se enteró que el gobierno estaba pagando treinta pesos por cada trenza roja: con esa medida esperaba que los mulanos heroicos, que aún se resistían al nuevo país, se deshicieran de su peinado. Así la sociedad no los excluiría y poco a poco podrían adaptarse a ella. Norita le tenía mucho afecto a sus trenzas rojas, pero pensó que nada podía hacer. Así que bien temprano al día siguiente, apenas vio que aparecía el chico pecoso que vendía diarios a los gritos, Norita fue corriendo hasta él, tapándose por un viejo sobretodo negro, y le chistó. El chico pecoso se le acercó y ella, ante su vista, sacó un cuchillo y se cortó una trenza. Se la dio al tiempo que manoteaba el diario que el chico tenía en la mano. ¡Treinta pesos!, pensó el canillita, sin llegar a atinar a decirle a esa mulana heroica que estaba pagando demasiado. Norita desapareció corriendo, llorando por su trenza perdida, pero con un periódico en sus manos.
Una hora después, cuando vio que no entendía ni una sola letra de aquel diario, se dijo a sí misma que un gobierno que no publicaba noticias en un idioma que ella entendiera, no era un gobierno amigo. Cortó delgadas tiras del papel, las tiñó de rojo con un poco de su propia sangre e intentó pegarla allí donde se había amputado una. Pero no pudo, y siguió llorando desconsolada.


¿Para qué hacer avioncitos de papel si no les darás oportunidad de probar sus alas?

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