La vez pasada iba a escribir algo que empezaba con "Ayer vi a mi mamá mucho más blablablá que blablá", pero como fue hace muchos días ya no puede empezar así.
El otro día vi a mi mamá mucho más vieja que nunca. Recién salida de la ducha y con un gorrito de lana negra para no enfriarse la cabeza, apenas se le asomaban algunas canas. La piel la tenía tan blanquita y frágil, de aspecto resquebrajado o quebradizo, tan llena de mil suaves arrugas... Se parecía a la nena de ocho años cuando envejeció (Gran Pez), pero no estoy seguro que fuera ella la imagen que me viene a la mente cuando pienso en mi mamá ese día.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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