miércoles, 25 de marzo de 2009

Un intento

¿Y si de repente cambia? ¿Y si a partir de un momento, rápido o eterno, lo que es o era, ya no es más? Sería triste perderlo. Es como esas canciones que no tienen estribillo, sino que sus melodías son una historia: cambia en un punto y vibra, llena de alma, pero no regresa. Quizás es para evitar la monotonía, pero abriga la nostalgia. Acostumbrados a ver la belleza de las mariposas, ¿nos preguntamos si el insecto sufre, añora en su diminuto corazón sus glotonas épocas de oruga? Ahora vuela, sí ¡dichoso volador!, pero sabe que por poco tiempo: la erosión de las horas gasta sus alas, les barre su polvo mágico como si se tratara de Campanita, y ya no vuelan… Probablemente, aunque lo llevara en el núcleo de su instinto, la pequeña oruga no sabía que, luego del plácido y mórbido encierro, sería una mariposa destinada a morir. Tal vez es eso lo que extraña con melancolía: la ignorancia de la vida, la inocente niñez. Pero cambió, y le tocan otras cosas, y aunque intente, la situación perdida no volverá.

1 comentario:

  1. Cuando leí el post "La canción triste", me recordó hace un tiempo, cuando me dí cuenta de muchas de esas cosas, en realidad, no darme cuenta porque uno ya las sabe, sino, aceptarlas. Las acepté como creo que hace todo el mundo, pero las terminé aceptando ( aunque suene estúpido ) con un poco de alegría, son cosas que hay que vivir, y la aventura recién comienza. ( que frase cliché )
    Me retiro antes de escribir más cosas como esas, jaja.
    Un abrazo Rafa :)

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