jueves, 12 de marzo de 2009

Monstruos y ancestros

Yo vi al Nahuelito (y estoy seguro de poder ver a Nessie si voy a Escocia). Lo vi una tarde casi conclusa de un día freso de un verano casi concluso. Me encontraba yo con una ramita de alerce entre mis dedos, figurándome que fumaba por ella, recostado boca arriba en una roca costera, tratando de olvidar mi último amor (del que, no se preocupen, no les hablaré ahora). Entonces fue que vi al Nahuelito: pero no debajo del agua, o rompiendo la superficie con una cabeza alagartada; sino en el cielo: Nahuelito era una nube (cumulus castelatus según expertos) que miraba hacia el lago con nostalgia. Así fue que, finalmente, supe que el monstruo del Nahuel Huapi había muerto. Me gustaría escribirle un poema a su pasado, a su cadáver extinto, a sus huesos de marfil. Pero no lo hago porque la búsqueda de un cuerpo es menos interesante que la de un vivo. Entre tanto: ¡alegrías al Nahuelito, que ha de encontrarse reposando en alegres praderas acuáticas con Nessie y sus monstruosos ancestros!

1 comentario:

  1. La verdad, leí varios de tus escritos y realmente me gustaron muchísimo!
    Y veo que te gusta la palabra RIMBOMBANTE que es una de mis favoritas, y tu blog es muy interesante y me voy a pasar por aca seguidito si es que no te molesta :)



    ( y te dejo un abrazo )

    ResponderEliminar

A ver qué tenés para decir...