jueves, 19 de marzo de 2009

El sorete

Me detuve a contemplar el helicóptero que huía con su presidente. A unas cuadras la gente cascoteaba y prendía fuego en señal de protesta.
Yo vestía traje y maletín, pero a mi lado estaba el linyera, el vagabundo con su capote gastado y su pipa apagada. Miraba el mismo helicóptero.
-¿Yo? Yo vi cosas más grandes que estas -contestó a mi pregunta inexistente-. Vi guerras y sus muertos, sus injustos ajusticiados, sus inherentes y necesarios héroes... Esto es una pequeña pantomima de lo que fue aquello, antes de que se inventaran los helicópetros...
¿Qué edad tendría? recuerdo que me pregunté.
-En Europa todavía se tiene algo de memoria de lo que fueron las guerras... Aquí no durará mucho. Y disculpe mi vocabulario, pero cuando el cuerpo expulsa un sorete muy grande y duro, indefectiblemente el culo queda picando... Ése que ve allí, en el helicóptero, no es ni tan grande ni tan duro...
Supe así que el vagabundo había estado en la División Azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...