lunes, 30 de abril de 2012

Quiero escribir

La novela había llegado a ella como lo hace un viajero nostálgico a su hogar, después de una larga, larga ausencia. Acarició sus tapas cerradas, se restregó la nariz. ¿Cómo había hecho el autor a entrar en su cabeza tantos años antes de que leyera su libro? Porque de alguna forma le era familiar, de alguna forma siempre había extrañado, siempre había estado esperando leer esa historia. Esa era la magia de ese autor, no escribía historias que inventaba él, escribía historias que sus lectores no recordaban.

1 comentario:

A ver qué tenés para decir...