martes, 3 de abril de 2012

El destino de los nombres

-¿Y cómo se llama?
-Rafael.
-Rafael... Qué lindo nombre. Sabés, se pueden esperar grandes cosas de un bebé que se llama Rafael.
-¿Como qué?
-Como una gran persona. Un gran ser humano, ¿entendés?
-No estoy segura...
-Y por ejemplo, no podés esperar que un gatito que se llama Rafael sea un gran ser humano, ¿no? Pero de un bebé que se llama Rafael...
-Ah, sí, Phoebe, creo que entendí. ¿Me pasás la mamadera?

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