Siete centímetros al sol.
Nació del gigante que nació del brazo de su hermana, gigante también.
Cuando le cortaron una espina le glorió con funerales militares,
y exigió que cada día, a la hora del tereré, cantaran las gallinas
y le podaran un pie. Y el sol brilla, y el sol canta, y el sol calcina su garganta.
Por tirano y mal hermano, lo asolea el guacho cruel.
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