jueves, 15 de abril de 2010

Y se fue sola

Pasó en los Balcanes o en cualquiera de esos lugares con guerras infernales. La mamá tenía un hijo de cinco años, un poco de plata y una posibilidad de escape sólo para ella. Con la mitad de la plata que tenía compró tela y cosió un pijama dorado de la talla de su hijo. La última noche antes de irse lo vistió con la nueva ropita, lo acostó calentito, esperó a que cesara el bombardeo y le leyó un cuento feliz.
-¿Te gusta este pijama? -le preguntó cuando el nene empezaba a entrecerrar los ojos. Él asintió-. Es un pijama mágico: siempre que lo tengas puesto vas a tener buena suerte y no te va a pasar nada malo... Ahora dormite que se hace tarde.

1 comentario:

A ver qué tenés para decir...