miércoles, 28 de abril de 2010

Veinte minutos de sueño

Me dormí acostado en la cama cuando faltaban veinte minutos para salir a la facultad. Soñé que estaba en la casa de mi hermano en Neuquen y que al mirar por la ventana veía aviones amarillos como del desierto para bombardearnos. Entonces llamé a mi hermano, que tenía un gatito rojo en la mochila, y nos metimos en "las cuevas" que había bajo la casa. Enseguida empezamos a escuchar los estallidos y los temblores en la superficie. Cuando llegamos a la gran sala de las cuevas nos topamos con un montón de gente que se había refugiado ahí también. Era como un mar de personas desesperadas, gritonas, con ropas raras y la cara sucia. Perdí de vista a mi hermano y me empecé a preocupar porque no lo encontraba por más que buscara y buscara. Entonces se oyó un grito y apareció una banda de música en medio de los túneles, pero en realidad eran una distracción: porque las avionetas amarillas se habían metido en las cuevas y volaban hacia nosotros disparando sus metralletas. Tropecé con el gatito rojo y empezó a guiarme por cavernas oscuras y cada vez más estrechas, hasta que llegué a un hueco en el que había un par de esqueletos viejos, una flor celeste, una espada y un yelmo, un cofrecito con diamantes, una corona y un pañuelo de seda, todo junto a una computadora encendida. Y como los disparos se oían distantes, me senté frente a ella y me entré acá para contarles, antes de olvidármelo, el extraño sueño que tuve antes de irme a la facultad.

1 comentario:

  1. Sir! Que tal tanto tiempo? Me anduve apartando un toque del blog y empecé a escribir de nuevo para la banda, hacía rato que no se me ocurría nada nuevo y por suerte empecé a cerrar temas que tienen años "tarareados" en mi celular.

    Te dejo un abrazo grande y estamos al habla, Exitos en el camino!

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