Toca su viola el insano/
Toca en un muelle y el mar/
De carnada ofrece sus manos/
Una melodía intentará pescar/
Una clavija ha sido el anzuelo/
La tanza, la cuerda del sol/
El insano afina con esmero/
Las cuerdas en su corazón/
Viene la noche y no ha habido pique/
A pique se fue su ilusión/
No sólo perdió una guitarra/
Sino que en blanco está su canción/
El poeta del pueblo le dice/
“Tranquilo amigo, ya pasará”/
Pero el insano lo mira jodido/
“Mejor tu carne que la mía será”/
No ha amanecido y ya está preparado/
No trajo viola, sino la mitad/
De un cello podrido que le ha regalado/
El hijo mismo de la iniquidad/
Arroja de nuevo su suerte/
Lo del poeta fue sólo amenaza/
No utilizaría inspiración ajena/
Y menos la de ese bocazas/
El insano sintió que tiraban/
De pronto, de su cordel/
Que era grande no cabe duda/
Por más que hizo fuerza, se fue a caer/
Y el agua se lo ha llevado/
Nunca más lo volveremos a ver/
Esa melodía que había pescado/
Fascinaba y era más grande que él/
Insano había nacido/
Insano quiso cantar/
Insana su mente lucía/
Mil poesías tiradas al mar/
viernes, 27 de febrero de 2009
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