jueves, 13 de noviembre de 2008

Vaqueros de la Libertad -guión literario

ESC I - noche - interior - casa del chico
Un hijo discute duramente con sus padres en la cocina de la casa mientras la televisión está prendida. Ellos gritan a su hijo que tiene que optar entre tal y tal carrera, y que cursará en tales universidades. Él, sacado de quicio, les dice que quiere seguir otra cosa. (De fondo se ve el noticiero de la tele, que dice: “los Vaqueros de la Libertad atacan de nuevo: el desconocido bando terrorista volvió a lograr su cometido”.) Ellos vuelven a decirle que no y él se va dando un portazo, gritando ¡yo voy a seguir “tal carrera”!

ESC II - día - interior - colegio
Al día siguiente el chico está con sus amigos, y uno le pregunta si lo van a dejar seguir “tal carrera”, y él dice que no. Le preguntan qué pasó con la charla tranquila con sus viejos y él les dice que se les fue de las manos y que no van a dejarlo ser lo que quiere ser, que ya estaba resignado. Muy triste, pone la cabeza entre las piernas y niega, abatido. Sus amigos le dicen que no renuncie todavía y, aprovechando que no lo ven, intercambian miradas de complicidad y asentimiento.

ESC III - día - interior - galpón
Se ve, en un cuarto oscuro, gente no reconocible preparándose para algo. Se ponen gorros, guantes, botas especiales, chaquetas, pañuelos en la cara, vaqueros ajustados, un paquete de galletitas, un paraguas, las llaves de un auto.

ESC IV - día - exterior - calle
[En cámara lenta.] Es de día y se ve una calle desierta. Por ella camina el chico principal, lento, triste, tal vez pateando una piedra, en sentido contrario a la cámara. De pronto se ve de más cerca que sale coleando un auto, que toma la calle enfocada y que acelera hasta llegar al chico, que apenas se da cuenta de lo que pasa. El auto clava los frenos al lado suyo, bajan varios encapuchados, lo toman a la fuerza y lo meten dentro del auto. Vuelve a acelerar y dobla en la siguiente esquina, desapareciendo y dejando a toda la calle tranquila.

ESC V y VI - día - interior - galpón/casa del chico
Se ve una mano en un lugar oscuro que toma un teléfono y marca un número. Del otro lado, la madre del chico raptado atiende el teléfono. El que llamó, con un pañuelo tapándole la boca al estilo vaquero, poniendo voz irreconocible, dice que tienen a su hijo, que son los Vaqueros de la Libertad. Del otro lado la madre queda horrorizada. Le dice que no tema, que no le pasará nada siempre y cuando prometa que su hijo podrá seguir la carrera que quiera. Ella está tan consternada que no contesta. Él cuenta hasta cinco en voz alta y como no responde, da una señal (ahí se equivoca y está a punto a revelar el verdadero nombre de su compañero) y el aludido le da un coscorrón al chico principal, que está con una bolsa negra en la cabeza, atado a una silla. (De fondo se ve una noticia de diario pegada a alguna parte, que tiene como titular: “los Vaqueros de la Libertad buscan próxima víctima”) La madre oye el grito de su hijo y grita ella también, exageradamente.

ESC VII - día - exterior - calle
Se ve una vereda desierta, de día. En ella aparece el chico secuestrado, con la cabeza aún tapada por la bolsa negra, desprolija su remera, en calzoncillos, con los pies unidos por una soga bastante corta. Camina torpemente, tratando de no caerse, mientras lleva un paquete en las manos. Entonces aparecen los dos padres del chico y la madre hacia él a toda prisa, llega, lo abraza, le saca de un tirón la capucha y llora junto a él. El padre, que quedó atrás, se acerca, abraza al chico secamente y retira el paquete que llevaba. Mientras la madre sigue sollozando a su lado, diciendo de lo mucho que había sufrido y el miedo bárbaro que tenía, el padre abre el paquete y ve primero una nota que dice: “Podría haber pasado algo mucho peor que tu hijo fuera secuestrado, y algo muchísimo peor a que quisiera seguir una carrera que a vos no te gusta”, firmada por Los Vaqueros de la Libertad. Hace la nota a un lado y ve que es lo que estaba debajo de la nota: unos vaqueros azules, ajustados, que tienen estampados en la pierna el logotipo de los Vaqueros. El padre lagrimea, emocionado, e interrumpe el llanto de su mujer. Le da al hijo los pantalones y, con voz quebrada, le recuerda que está en calzoncillos, que se ponga aquel vaquero. El hijo, asombrado y con ojeras, agarra el pantalón, sin creer aún la reacción de su padre.

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