sábado, 22 de noviembre de 2008

Tatú

A los dieciséis años se tatuó un tatú carreta en un homóplato porque estaba convencido que el futuro que le deparaba a su generación era súmamente nefasto y, como estaba diespuesto a entregar toda su sangre combatiéndolo, iba a necesitar un signo así para que reconocieran su cuerpo.
Tres años después de su muerte, cuando debería haber tenido veinticinco, se podía ver sobre el obelisco de la ciudad de Buenos Aires una enorme bandera roja con un tatú carreta en blanco. La gente no sabía si vitorear, llorar, huir del país o resignarse y esperar que todo pasase.



Vamos a comer a lo del Beto que nos hizo guacamole, carne con frijoles, carne con frijoles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...