sábado, 29 de noviembre de 2008

Hipopótamo

Estuve reflexionando sobre la hipocrecía. No conozco nadie que no sea al menos un poquito hpócrita, aunque sea con sigo mismo, ¿y por qué? Porque, descubrí, la hipocrecía tiene su pequeña justificación. ¿Cuándo sucede esto?
Cuando el esfuerzo de mantener la mentira que implica la hipocrecía (siempre implica una mentira o una actitud no real) es más fácil y menos dañino que el esfuerzo por no ser hipócrita.
Pongo un ejemplo: Si tenés una actitud hipócrita con un profesor, tenés que desvivirte para mantenerlo frente a todo el curso y frente a demás profesores, es un desgaste tremento. Ahora cuando la abuela que ves sólo para Navidad y Pascua te regala unas medias rosas, le decís que son lindas y listo, después podés reírte del regalo de la abuela durante todo el año y delante de toda la familia, y ella no se ve afectada.
Y seguiría, pero me cansé y quiero escribir un cuento que tengo por la mitad.
Mentí, no sigo porque no se me ocurre más.

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