jueves, 24 de mayo de 2012

Entre domingos

Juro que ayer me había afeitado. No sé por qué esta barba está tan larga. Tampoco sé cuándo surgieron estas canas, ¿se notan mucho?
Sé que todavía no recuperamos la plata gastada en el nuevo embaldosado, pero mirá, ya hay que cambiarlo de nuevo. Está todo rajado, lleno de plantas, viejo.
¿No habías hecho pulir el marco de bronce de tu mamá? ¿Con qué lo pulen que ya se oxidó más que la bicicleta de Juli?
El jacaradá de la vereda. La última vez que lo vi estaba sacando sus primeras flores, era apenas más alto que yo. Hoy a la mañana descubrí que no dejaba entrar el sol al dormitorio de la planta alta. Va a haber que podarlo.
¿Otro colchón nuevo? ¿Los hacen de tan mala calidad, o es que estamos muy gordos?
No sé... No tengo idea.
¿Cómo se llamaba ese momento que hay entre domingo y domingo? Si tan sólo tuviera tiempo de acordarme algunas cosas. Pero todo es hacer algo, los domingos distraerse y mirar películas, y tratar dormir un poco.

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