domingo, 7 de diciembre de 2008

El príncipe de Antropquía

Antropquía era un reino bastante común, ni muy muy ni tan tan. Poseía una cantidad normal de nobles, pajes, campesinos, caballos, guerreros, granjas, armas de asedio, curtiembres y todas esas cosas propias de los reinos. Tampoco faltaban guerras con reinos vecinos, pactos, alianzas y traiciones comunachas.
Ahora, lo que era extraño en Antropquía, era que el Rey tenía un príncipe. Y ese príncipe, a pesar de que el Rey murió y lo sucedieron otros reyes, reinas, cenicientas y senescales temporarios, jamás pudo llegar al trono. El príncipe estaba destinado a príncipe, pero él se cansó de eso y un día (nadie supo cuándo) se fue. Se fué, el príncipe de Antropquía.

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