viernes, 26 de marzo de 2010

Trece nunca más

Soy de esas personas que, por fijarse cuántos segundos quedan para poder cancelar la comprobación de disco, terminan perdiendo esos segundos y comiéndose la espera que dicha comprobación de disco requiere. Y también soy la clase de persona que puede hacer una lista de personas que gustan agrupar cosas en listas: esta empezaría conmigo y con una amiga.
Pero ahora voy a hacer una lista de esas cosas románticas que, tal vez de sólo verlas en películas, suponemos que todo el mundo hizo pero que yo particularmente nunca experimenté. Y cuesta darse cuenta que nunca me pasó, porque lo tenía imaginativamente tan asimilado que es como que me digan "no nene, todavía es 2008" o que nunca fui a la playa con amigos. Y la lista empieza: nunca caminé por la calle con los dedos entrelazados en los de otra persona; nunca me quedé en silencio mucho rato, disfrutando una presencia muda; nunca abracé y dejé de pensar mientras lo hacía, por lo cual nunca pude escuchar el otro corazón contra mis costillas; nunca di un beso sincero, simplemente; nunca prometí una golosina y lo cumplí; nunca tuve tiempo de contarle todas las cosas que le quise contar; nunca tuve que quedarme frente a una vidriera, sin importarme esperar porque total estás con ella; nunca proyecté un futuro imposible de a dos; nunca tuve una pelea que me provocara verdadero arrepentimiento; nunca tuve, por suerte, de esos conflictos que consumen mil mensajitos de texto; nunca pude ser yo, yo yo como yo soy, con alguien que no sea de la familia; nunca tuve una real sensación de paz y desasosiego al ver unos ojos que, cerca de los míos, lo saben todo sobre mí.

1 comentario:

  1. Extremadamenete bueno y sensible, muchas veces hasta en la lista de supermercado que es tan cotidiana, nos definimos profundamente. Me metí en el blog de Lucas geniales sus obras.

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