Existe un lugar especial para los colectiveros que, aunque tengan el bondi casi vacío, te ven pero no te frenan porque ya venían con envión.
También existe una indulgencia especial para los que saben que estás pagando de menos en el boleto, pero no te dicen nada.
No sé si ahorro tiempo y agua lavándome los dientes en la ducha, pero de alguna forma se siente muy bien.
El agua se pega contra cada piedra, se separa y vuelve a encontrarse, lucha, cae, tropieza y desgarra para poder respirar y purificarse, llegar a la calma y la transparencia. Pero sabe que si no quiere pudrirse, deberá buscar pelea. Y pronto.
Antes quería crecer para ser interesante. Después quise ser bueno. Ahora sólo quiero madurar para reír.
Me reí al principio y me encantó el párrafo final!!
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