viernes, 12 de julio de 2013

Bañadera de sueños

Hay un hombre a quien admiro. Es un hombre que se libró de sueños. Una noche en que la tristeza de toda su vida se concentró en su cabeza, decidió ahogar sus sueños en la bañadera. Los mató, los vio desintegrarse, hundirse, poco a poco desaparecer por las cañerías.
Hoy ese hombre sonríe cada día. Tiene el alma vacía, pero la recuerda cuando estaba llena, y se contenta con pensar que tal vez, con una llovizna, todo vuelva a valer la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...