Hace tanto calor adentro
que las ventanas se empañaron.
Hubo tanto viento anoche
que las cortinas volaron.
Mis manos no son suficientes
para retener tus sueños.
Por eso vuela, vuela, sigue
lejos de mí y de quien quiera anclarte.
Pero vuelve a comer, a dormir,
a contarme historias,
a decirme bajito
que hace viento afuera y calor adentro.
jueves, 18 de julio de 2013
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