Cuando llegó el papá al día siguiente, Demián corrió a su encuentro, lo arrastró de la manga hasta la habitación y gritó:
-¡Mamá te compró una camisa celeste, me dijo que no te contara nada y la escondió allá!
La mamá nunca se enojó tanto con él, y le dio su primer cachetazo. El papá se descuajeringó de risa y siguió como si nada, y el pequeño Demián aprendió la lección: una vez que el padre supo lo que le iba a regalar todo el hecho perdió la gracia, y cuando le pidió a la mamá que le comprara otra camisa para regalarle, se encontró con su orgullo herido y lo que significa un no.
jajaj, no se si fue tan asi.. pero la esencia esta.. la esencia esta...
ResponderEliminar