Floreano vende carilinas (2 por 2 peso) a la salida de la estación. No pregona ni utiliza frases lamebotas y estereotipadas, no trata a la gente de culta ni de honrada, no alza loas metafísicas y poéticas ensalzando las cualidades de su producto, sino que más bien dice bajito y claro: "dos paquete de carilina a do peso" en el oído de cada transeúnte. Y tiene su eficacia: la gente que le compra es aquella que siempre usa carilinas, y no una ameba fetal que acaba de despertar al mundo y desconoce el uso del pañuelo-papelito.
Además, cuando no hay nadie pasando por su sitio, ni por entrar a la estación ni saliendo de ella, Floreano se relaja y baila un poquito de tap aficionado, y sonríe. Los que lo conocen y vigilan de lejos, aplauden sus breves sesiones.
viernes, 11 de junio de 2010
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De una que si, do peso. listo. es lo que hay que saber. Muy bueno rafa, escribis de puta madre!!
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