Yo le pregunté al mendigo si también tenemos un doble totalmente desgraciado, y me contestó que eso sería ir muy lejos y enredar la teoría. Entonces le pregunté si no seríamos nosotros la parte completamente desgraciada, y me dijo que algo de verdad tenía, pero no tan rotunda: mi doble feliz también tiene recaídas, tanto materiales como morales, pero no pasa a ser infeliz. ¿Y cómo me daba cuenta yo si era el infeliz o el infeliz? Porque tal vez mi doble era de tal forma que resultaba mucho más desgraciado que yo...
En fin, me gustó esta teoría de los dobles felices, porque significaría que al menos la mita de la humanidad sonríe.
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