miércoles, 1 de julio de 2009

Así, comentarios sueltos

Hoy vi a las primeras personas con barbijos: eran dos chicas en el colectivo. Eran las dos bastante parecidas, tenían ropa marrón, iban la una al lado de la otra y ambas dormían. Fuera de esas coincidencias no creo que fueran muy parecidas entre sí, pero la magia de los barbijos permitía que, de un golpe de vista, fueran idénticas. Quería sacarle el barbijo de un manotón a la de la derecha, parecía ser la más linda. O mejor sacárselo de repente, encajarle un beso y salir corriendo: a la mierda la gripe porca, el herpes y la duda de si era linda o no.

A los veinte años uno ya es viejo y dice "muchachos" y "muchachas". Yo tengo 18 (cada tanto pienso que 19) y como soy prematuro, ya soy viejo. Me duele la cadera, ya no puedo menearla como en mis años mozos (entre los 8 y los 12, digamos).

Unos minutos después el barco nánnuma estallaba frente al golfo de Indarke, y una hora después el sumergible y sus tripulantes iban rumbo al cuartel general de Yirpanderú a bordo del Democracia.
(Cimbaderos III, cap. 8 "Un lugar para espiar", Editorial del Salame, año 2010.)

Si hubiesen visto como yo la pasión y diversión (fingida o no, da igual) del negro que tocaba su tamborilón en el tren, al ritmo de un porque yo en el amor: soy un salame, he sufrido mil derrames cerebrales que no tengo ni linfocitos T... Si hubieran visto su cara de éxtasis, poseído por los ancestrales espíritus africanos del tamborilleo, le hubieran dado probablemente más que los 25 centavos que le di yo. Sí, y eso que yo lo vi.

Quizá quede estúpido revelando esto en mi blog (he visto cosas mil veces peor, pero no cuentan porque no soy yo), pero la verdad es que un tipo se me coló hoy esperando el VILLA LEÓN X BACACAY, y lo dejé. Yo sostengo ese pensamiento de que por pelotudeces no hay que armar problemas: un colado, nadie muere. El tema es que llegó el VILLA LEÓN X BACACAY y el forro se sentó: él llegó a sentarse, y yo viajé parado muchos minutos, porque, por más filosofía vaga que tenga, soy un forro que no se animó a decirle a un viejo "che capo, andá a tu lugar". Creo que tuve mi merecido, pero... ¿que dos veces en la vida se te cole un viejo y, por dejarlo, te cague el lugar?, muy difícil, lo más probable es que no cambie una chota.

Tenía otro para comentar, pero seguro ya lo viste arriba: tenía demasiada personalidad como para mezclarlo con la chusma fantasiosa de "así, comentarios sueltos".
¡Acaba de empezar la segunda mitad del año! ¡Gradualmente nos invadirá el calor! ¡Arranca la maratón para ver quién llega primero a Año Nuevo! ¡Yupii!

1 comentario:

  1. Mierda!
    es increible que alguien con 18, que piensa como de 19 y que ya no mueve su caderita como a los 8, escriba cosas tan genialmente divertids!
    es como un guion de una caricatura!
    saludos de Colombia

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