martes, 3 de noviembre de 2009

Iátengounticeneloho

Parpadeo. Fuerte, apretado, seguido, desesperado. Típico tic de pelotudo, sí, de ese que ves en alguien del tren o del colectivo y que te cae mal sólo del tic que tiene. Bueno, yo parpadeo así. Me dieron gotitas que si servían no lo averigüé porque no las usé casi nada, pero sin embargo ya no parpadeo (sí parpadeo, pero más normal). ¿Y cómo? Voluntad. Pura fuerza de volutad y contener la contracción parpadeana. Es como que te estén soplando a los ojos y tenerlos abiertos casi llorando, como sentir que te chorrean los mocos pero no poder sacarlos ni sorberlos, como tener los dedos hinchados y no poder sonarlos, ¡pucha, así de feo! Pero lo logré. Ahora ya no parpadeo casi nunca, y sin gotitas. Para que se sepa que hasta yo tengo voluntad a veces.

Dentro de pocos días es mi cumpleaños, y a este paso si sigo tan vacío de historias, ya saben cuál va a ser el próximo posteo.

2 comentarios:

  1. Che no jodas con tu cumpleaños que despues se complica saludarte!!!! :p encima tengo dos facebooks tuyos no se por que!!!!,jjaajaj

    buenas noches!

    ResponderEliminar
  2. Yo tengo un grave problema de ardor en los ojos. Irresistiblemente parpadeo mucho cuando no me pongo las gotitas.

    ResponderEliminar

A ver qué tenés para decir...