sábado, 3 de noviembre de 2012

Máximas expectativas

Me presenté, me dí a conocer y te invité a un viaje por todo el mundo y todas las experiencias. Continentes de sabores y vibraciones, vuelos de escalofríos, trasbordos agridulces, demoras de besos. Un mínimo de equipaje y el máximo de expectativas. A darle la vuelta entera, te dije, como si siempre adelante hubiera una salida. Tenía mi brazo extendido mientras lo decía, y vimos que crecía hasta ser un puente que cruzaba por idiomas hermosos y paisajes tropicales, viste que mi mano acariciaba las estrellas de tu mejilla y se hundía en un océanos misterioso que invitaba a ahogarse de azúcar.
Pero me dijiste que estabas ocupada. Que este año no, tal vez el otro. Que el tiempo, las tareas, los chicos, la responsabilidad, el jefe, las ballenas, el pasaporte. Creí que yo no había sido claro, pero tus oídos no tenían imaginación.

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