viernes, 4 de diciembre de 2020

Dream Inc.

Dream Inc. Pharmaceutical surgió de un día para el otro, nadie la vio venir ni entendía qué era, pero sus productos llegaron a las farmacias de San Petersburgo, Quito, Beirut y Ho Chi Minh antes de que ningún noticiero intentase hacer una nota sobre ellos.

Su primer producto fue detonador, lo que esta generación híper estresada había estado anhelando: píldoras de sueño. No para dormir, no eran ningún tipo de sedante. Las píldoras Sleep Yesterday producían en el consumidor el mismo efecto que haber dormido profundamente diez horas, y uno se ahorraba toda molestia de meterse en la cama, luchar por conciliar el sueño y levantarse de mal humor. No hace falta aclarar que los mas felices fueron, inmediatamente, las personas de negocios y los amantes de las fiestas.

Pero rondando los tres meses de esta fantástica aparición, la gente empezó a notar las consecuencias de descansar sin dormir. como una olla a presión en el fondo de la nuca reclamaba, por favor, que volvieran los sueños, aunque fuese para olvidarlos en el primer segundo de vigilia.

Pero entonces ya había llegado al mercado un suplemento: tomando el Soft Reset junto con la píldora, uno se desvanecía sutilmente por diez segundos y el cerebro volvía completamente engañado. El suplemento te hacía pensar que habías soñado algo relajante, el rojo, algo muy movido; el suplemento azul te hacía despertar nostálgico y mi favorito, el Soft Reset amarillo, te convencía de que tus sueños habían sido hilarantes. Después llegó el compuesto dorado, el Dream High, que te inducía, en esos diez segundos, a un REM profundo y te daba la habilidad de vivir en un sueño lúcido, real y sin trucos.

Un día se reveló que los empleados de la Dream Inc. Pharma trabajaban veintidos horas al día, eran administrados tres dosis diarias de sus productos y eran compensados con dos meses de vacaciones anuales. El mundo se escandalizó pero rápidamente empresas como Amazon, Apple, Google y Facebook implementaron el sistema, y la diferencia de rendimiento obligó a las demás empresas a sumarse al esquema o ir a la bancarrota.

Para ese momento la Dream Inc. Pharmaceutical vendía a sus premium asociados la Dream Matter, la píldora negra que, suministrada con cuidado, hacía soñar con dos meses de vacaciones extraordinarias.

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