sábado, 28 de septiembre de 2013

Vida cocodrilo

Desde que descubrí tu reportaje
y exploré tu blog personal;
desde que autografiaste esas dedicatorias,
desde que te etiqueté junto a mí en mi foto de perfil.
Desde que te leo y te sigo
cambió tanto dentro mío:
se derritió ese cinismo insoportable
y el pesimismo eterno.
Ahora brillo, positivo,
aunque no me guste lo que tenga
ni sea bueno el futuro,
ni crea que nada mejore,
ni que los esfuerzos sean recompensados.
Brillo y sonrío porque sé que lo bueno
es el fin en sí mismo y que la vida
es como un cocodrilo.

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