viernes, 6 de septiembre de 2013

Cartas bajo la cama

Era la última hora de la noche del último día de la semana. Cerré la puerta de entrada con la tranca de metal, apagué las luces y el hogar, conecté la alarma. Prendí el velador de mi mesita de luz y me metí bajo la cama, busqué al fondo la caja de cartón donde guardé tus cartas. Levanté la tapa y percibí un olorcito a semanas olvidadas, a las risas de tu caligrafía, a tus dibujitos al margen, a pasto en la ropa. Un viento llegó hasta mi cara, ahí bajo la cama, con la casa cerrada. Movió mi pelo como se movían las ramas del árbol donde colgamos nuestra ropa mojada, jugó con mis lágrimas como yo jugaba sobre tus pecas. Con cada papel que arrugaba se sentía la tormenta más cerca. Al fin de la madrugada fue un diluvio, un huracán, un maremoto, tus cartas, dirigidas a alguien más, en mi cajita de cartón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A ver qué tenés para decir...