miércoles, 18 de septiembre de 2013

Amanecer tiene otro nombre

Amanecer tiene un nuevo significado para mí. Amanecer es ahora despertar buscándole sentido a las arrugas de tu remera de dormir contra la cama, como si fueran montañas y quebradas, dibujos de un mapa, cartas en blanco predestinadas. O significa despertar y encontrarte mirándome, sonriente, y sé que estás tratando de adivinar con qué soñaba. Con vos, te contestaría siempre, y sin ser cierto no contaría como mentira. O amanecer ahora significa, en fin de semana, despertar y escucharte cantar en la cocina. Preparás mi desayuno como me gusta (lo preparás mejor que nadie) y, cada vez, uno distinto para vos, para darme a probar un poquito. Sabés que me estanco fácil en lo que me gusta, y sin obligarme a cambiar eso me ofrecés siempre, no sólo en el desayuno, mil experiencias nuevas. Inventadas por vos. Sos tan buena compañía como cocinero, tan buen amante como compañero, tan alma gemela que siempre te quiero.

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