miércoles, 8 de junio de 2011

El samaritano de la línea A

-Al fin se acordaron de cerrarla -mascullé con rencor, mirando el candadito que frustró mi intento de viajar gratis en subte.
Al darme vuelta vi que un tipo me llamaba, y alegre lo seguí a unos metros, pensando que tal vez conocía otra forma de colarse. Pero entonces veo que saca la tarjeta, la pasa en el molinete y me invita a cruzarlo, poniendo cara de ned flanders. Entonces niego rotundamente, mostrando también mi tarjeta, le agradezco y paso por el molinete de al lado. Me alejo a grandes pasos.
Un peso con diez me costó encontrar la bondad en el subte y descubrir que aun habita la vergüenza dentro de mí. Barato -pensé, satisfecho con la experiencia- pero a la larga...

1 comentario:

  1. jajajajja, muy bueno Ra!!!, que bueno que aun tengas de eso..
    me encanto!

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A ver qué tenés para decir...