Al darme vuelta vi que un tipo me llamaba, y alegre lo seguí a unos metros, pensando que tal vez conocía otra forma de colarse. Pero entonces veo que saca la tarjeta, la pasa en el molinete y me invita a cruzarlo, poniendo cara de ned flanders. Entonces niego rotundamente, mostrando también mi tarjeta, le agradezco y paso por el molinete de al lado. Me alejo a grandes pasos.
Un peso con diez me costó encontrar la bondad en el subte y descubrir que aun habita la vergüenza dentro de mí. Barato -pensé, satisfecho con la experiencia- pero a la larga...
jajajajja, muy bueno Ra!!!, que bueno que aun tengas de eso..
ResponderEliminarme encanto!