martes, 20 de enero de 2009

Polenta

Ella no tenía muchas luces y su hijito tenía un pajarito. Se llamaba Polenta, era azul y silbaba lindo. Una mañana ella volvió de llevar a su hijo al colegio y vio que Polenta estaba muerto en el fondo de la jaulita, y sintiendo horrores por tener que explicarle a su hijo que la muerte forma parte de la vida, que hay que tratar de enfrentarla y que en definitiva Polenta era sólo un pajarito, ella agarró al ave en una servilleta y durante cinco horas recorrió veterinarias y pets shops buscando alguno parecido.
Cuando el nene volvió ella estaba en la cocina. La servilleta y Polenta estaban en una bolsa de basura bien cerrada. Ella esperó en silencio alguna reacción del nene... Y al rato oyó un grito desde la cochera.
-¡Mamá, ¿qué le pasó a Polenta?!
-¿Q-qué querés decir?
-¡Está raro, diferente...! ¿Vos le hiciste algo?
-¿Yo? ¿Qué sería capaz de hacerle a un pajarito?
-Pero si hoy a la mañana estaba re muerto, ¡vos hiciste algo y revivió! ¡Y yo que quería comprarme uno nuevo! Pero gracias igual, ma.

3 comentarios:

  1. q chanta!

    es el mismo perro con distinto collar!!

    te lo re copiaste de una leyenda urbana!

    esa en donde el perro desentierra al conejo de los vecinos de una flia, y la flia pensando q el perro lo habia matado y etc.

    por favor

    se mas creativo

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  2. Perdón Franco, pero esto así (bah, no así tal cual porque el nene no había visto al pajarito muerto) le pasó a una amiga de mi hermana. Y esa del conejo no la conocía, así que lo de que me copié te lo podés meter al fondo del tujes.
    Lo de chanta sería deshonroso no admitirlo, pero justo no para esta historia. Y lo de ser más creativo, gracias, siempre viene mejor.

    rafa

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  3. Eso franco cerrá el culo boludo al pedo

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A ver qué tenés para decir...