martes, 27 de enero de 2009

Condición humana XI

Estaba tan arriba de la palmera, disfrutando del viento que lo mecía, la leche de coco y el sol que lo encandilaba y bronceaba su piel, que ni se percató de que allá abajo los monitos le serruchaban el tronco.




Che quisiera que todos los que están al pedo y leen esto me dejen un mensajito mantecoso acá abajo, si no es mucho pedir. Estoy medio aburrido y de verdad me gustaría saber cuántos son (/es /¿es alguno?). Si critican algo es bienvenido, pero no se zarpen. Suerte para ustedes.

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