miércoles, 7 de enero de 2009
De vinos papá entiende
Un hueste de enanos asesinos invadió Francia y plantaron higueras, a las cuales regaron con la sangre de los cristianos caídos. Al llegar a la madurez, cargadas de frutos, las higueras fueron taladas desde la base y sus copas y raíces fueron quemadas. Al año entrante, con la tierra abonada de esta manera, los enanos asesinos plantaron parras y más parras, y así surgió el Cabaret Suavesón, con su color profundo que dilata las pupilas, su aroma intenso que recuerda a primavera y su sabor tan fuerte y sofisticado que sabe a cristiano muerto convertido en higo.
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